Primeros cuentos para más pequeños



 LOS CUENTOS DE LA GIAGIA


En esta nueva serie de cuentos, Eder, se reflejan las transformaciones de personas en plantas o animales, queriendo unir la naturaleza en todas sus manifestaciones, a través del amor, feliz o desgraciado. Con estos relatos pretendo que vayas adquiriendo una cultura basada en los clásicos, que son la base de nuestra cultura occidental.





1.- Apolo y Dafne

       Apolo era el dios de las artes, de la medicina, de la belleza y de la adivinación, pero tenía muy mala suerte en el amor. La diosa del amor, Afrodita, había echado una maldición sobre él y toda su estirpe, y ninguno tendría suerte en el amor. También era considerado como dios de la justicia, sobre todo, en el poema Ilíada, escrito por el aedo griego Homero. Quizá es que los griegos estaban hartos de su dios supremo Zeus, que actuaba siempre a su antojo.


Apolo se enamoró de una preciosa ninfa, llamada Dafne, pero tampoco tuvo suerte. Quiso convencerla para que se casara con él, pero ella empezó a huir y él la siguió. Viendo que Apolo iba a alcanzarla, Dafne pidió ayuda a su padre, que era un dios río, y éste la ayudó convirtiéndola en laurel.

Cuando Apolo llegó, ella ya tenía los brazos convertidos en ramas y sus piernas se habían convertido en raíces. Como no pudo casarse con ella, Apolo decidió adoptar una corona de laurel,  como premio para los vencedores de los juegos atléticos, que se celebraban en Delfos, el santuario donde él respondía las preguntas de los peregrinos a su oráculo.

         Muchos artistas han recordado la historia de Apolo y Dafne,

-         En música: Jacopo Peri, Francesco Caballi o Richard Strauss.

-         En pintura: Francesco Albani, Tiépolo, Antonio de Pollaiuolo, John William Waterhouse, o Cornelio del Vos.

-         En Literatura, partiendo del relato de Ovidio, tomado después por Garcilaso de la Vega o Francisco de Quevedo.


2.- Los delfines

         Sabemos que los delfines son quizás los más inteligentes de los animales. Hubo dos dioses que quisieron regalarles la inteligencia y la posibilidad de comunicarse con un lenguaje propio y especial. Voy a contarte las dos historias.

         El dios Apolo, para hacerse dueño del oráculo de Delfos, donde iban a hacer sus preguntas gentes de todo el mundo, tuvo que viajar hasta la cordillera del Parnaso.

Le pareció que era más fácil ir por mar, pero estaba agotado y no conseguía llegar a la playa, así que pidió ayuda a varios delfines que nadaban por allí y ellos lo llevaron sobre sus lomos hasta el santuario. En agradecimiento, el dios les concedió la inteligencia y, además, llamó a la ciudad con el mismo nombre de los delfines: Delfos.

El dios Dioniso, al que conocemos como dios del teatro y del vino, tuvo una vida humana antes de pasar a ser dios como su padre Zeus, e ir a vivir con él.

 Cuando estaba como hombre, más bien como niño, viviendo en el palacio del rey de Siracusa, en Sicilia, salió un día a navegar. Los marinos que llevaban el barco, decidieron robarle y hacer desaparecer al niño. Le quitaron el dinero y las joyas que llevaba y lo echaron al mar.

 Pero los delfines lo vieron y lo llevaron al embarcadero del palacio otra vez. Cuando los marinos fueron a explicar que el niño se había caído por la borda, apareció el dios y los malos fueron llevados a la cárcel.

Para agradecer a los delfines que le hubieran salvado, Dioniso les concedió la inteligencia y el poder de comunicarse entre ellos, por medio de ultrasonidos. Dioniso era un dios muy práctico.

 3.- El álamo

         El álamo es uno de los árboles más útiles en las ciudades, porque la cara interior de las hojas, de color casi blanco, recoge el polvo atmosférico y ayuda a combatir la contaminación.

Lo creó el dios Hades, rey del mundo subterráneo, cuando murió su amada Leuca, hija de Océano. Al llegar ella a los Campos Elíseos, lugar donde llegaban las almas de los que habían sido honrados y justos, se encontró con que Hades había plantado un álamo para ella, para que el aire que la rodeara fuera puro.

Hay una historia que explica la creación de alamedas en las ciudades; te la voy a contar:

 Faetón, hijo del sol, murió por acercarse demasiado a la tierra y al cielo con el carro del sol, que había pedido prestado a su padre. Sus hermanas, las Helíades, también hijas del sol, rodearon su cadáver y decidieron quedarse guardando el cuerpo de su hermano, de forma que el dios Hades decidió convertirlas en álamos, para que estuvieran siempre purificando el aire que rodeaba el cuerpo de Faetón.

Por eso, cualquier grupo de árboles en una ciudad, aunque sean de otro género, se llama alameda.

         También el héroe Heracles, cuando volvió del mundo subterráneo, llevaba puesta una corona de hojas de álamo, y puso como premio para los vencedores de los juegos Nemeos, que se celebraban en su honor, una corona de hojas de álamo, para que se los considerara limpios y puros, es decir, que no hacían ninguna trampa en las competiciones.



4.-  La golondrina y el ruiseñor

         Había una vez dos hermanas, llamadas Procne y Filomela. Se querían mucho y estaban siempre juntas, hasta que su padre decidió casar a Procne con el rey de Tracia Tereo.

Después de varios meses separadas, Filomela consiguió que su padre le permitiese ir a visitar a su hermana Procne y se puso en camino, acompañada por su cuñado Tereo.

 En el camino, Tereo intentó violentar a Filomela y la dejó muda, para que no pudiera contarle a su hermana nada. Pero Filomela consiguió bordar en un tapiz la historia de lo que había sucedido. Procne enseguida lo entendió y decidió vengarse de su marido, matando a su propio hijo.

 Luego las dos hermanas huyeron de allí, y Tereo las persiguió. Al ver que podía alcanzarlas, Zeus tuvo piedad de ellas y las convirtió en aves, para que escapasen mejor, fueron el ruiseñor y la golondrina, cuyo canto es breve, porque Filomela era muda.

Pero también convirtió en ave a Tereo, un gavilán, que por eso se pasa la vida persiguiendo a los ruiseñores y las golondrinas. Al final las dos hermanas pudieron vivir en el reino de las aves y Tereo comprendió que debía pedir perdón, porque ya Procne, el ruiseñor, que no deja nunca de cantar, había contado a todas las aves lo que había sucedido y Tereo fue admitido en el reino de las aves, si se portaba bien.

          El comediógrafo griego Aristófanes nos cuenta la historia de las dos hermanas, con un toque de humor ante esta triste historia.


5.- El color de las moras salvajes

         Esta es una historia triste, Eder, pero tú ya sabes por experiencia que en la vida hay cosas que no son tan agradables como quisiéramos, aunque tengan un final feliz y provechoso para sus protagonistas o sus familias.

         Es la historia de dos jóvenes, Píramo y Tisbe, en los que se inspiró Shakespeare para escribir su Romeo y Julieta.

        Desde niños, Píramo y Tisbe eran amigos y jugaban juntos y se contaban sus problemas. Cuando crecieron y fueron adolescentes, sus padres les prohibieron verse y hablarse, a pesar de que sus casas estaban adosadas una a la otra, porque las familias eran enemigas desde hacía muchos años.

Los dos jóvenes consiguieron hacer un pequeño agujero en una pared común a las dos casas, y por allí hablaban todos los días y se comunicaban sus tristezas y alegrías. Un día, hartos de las discusiones de sus padres, decidieron irse de casa juntos y se citaron en un campo próximo, a la entrada de una cueva.

         Tisbe fue la primera en abandonar su casa; se acercó a la cueva y, esperando, se quedó dormida. Al entrar en la cueva, no se dio cuenta de que su pañuelo se quedaba enganchado en unas zarzas que había cerca.

Pasó una leona, que acababa de cazar y tenía el hocico manchado de sangre; y manchó de sangre el pañuelo. Píramo llegó un poco después, y, al ver el pañuelo de Tisbe manchado de sangre, pensó que ella había muerto.

Como no podía vivir sin ella, se clavó su espada, para poder vivir con ella en la vida posterior.

Su sangre cayó sobre las moras, que eran blancas, y adquirieron el color rojo. Pero entonces Tisbe despertó y salió de la cueva. Cuando vio que Píramo estaba muerto, comprendió lo que había sucedido y se clavó la misma espada de su amado.

Su sangre cayó sobre las mismas moras, que esta vez adquirieron el color morado, que les quedó para siempre. Ahora sí que podían los dos estar para siempre juntos en el paraíso, sin que nadie se lo prohibiera.

         Sus padres, al saber lo que había pasado, hicieron las paces entre ellos, enterraron a los dos jóvenes en la misma tumba y juraron que nunca más se enemistarían.

El resultado fue, pues, beneficioso, porque las dos familias fueron amigas para siempre y los dos jóvenes, Píramo y Tisbe, consiguieron lo que no habían podido tener en su vida terrenal: estar siempre juntos.

6.- Por qué el pavo real tiene ojos en la cola

         El dios Zeus era un conquistador, siempre tenía una nueva novia; y, claro, su esposa Hera se enfadaba mucho y lo pagaban las pobres novias de su marido o los hijos de ellas.

Un día Zeus conquistó a la princesa Ío; cuando Hera supo que estaba esperando un bebé, empezó a perseguirla. Zeus, para proteger a Ío, la convirtió en una vaca blanca, pero Hera se enteró y le pidió que se la regalara.

Zeus no tuvo más remedio que dársela, porque, además de mujeriego, era un poco cobarde. Hera la encerró en una cueva y puso al gigante Argos, de cien ojos, para vigilarla. Cincuenta ojos dormían y cincuenta vigilaban, por lo que Ío no podía escaparse.

Zeus envió a Hermes para liberarla y Hermes empezó a tocar la flauta, consiguiendo dormir a Argos; después lo mató.

Ío pudo escapar, y Hera, para agradecer los servicios de Argos, puso sus ojos en la cola del pavo real, para que todo el mundo supiera que era su ave favorita y recordaran la fidelidad de Argos.

Pero Hera siguió persiguiendo a Ío, que tuvo que recorrer todo el mundo huyendo. Llegó hasta Turquía y pasó el Bósforo, que significa “El paso de la vaca”.

Por fin consiguió dar a luz a su bebé, que fue el fundador de todas las grandes regiones de África, como Libia, Etiopía y otras.


7.- El olivo

         El olivo es el árbol característico de la ciudad de Atenas, porque representa a su diosa patrona Atenea. Atenea representa la inteligencia y la guerra razonada; era hija de Zeus y Metis, diosa de la prudencia y la inteligencia.

Cuando Cécrope, el primer rey del Ática (región donde está Atenas), pidió protección divina, se presentó Poseidón, dios del mar y dio un golpe con su tridente: brotó un manantial de agua salada.

Entonces llegó Atenea, que hizo crecer un olivo. El tribunal que juzgó quién debía ser el patrón de la ciudad, dictaminó que debía ser Atenea, porque el olivo significa paz, fuerza, resistencia y prosperidad. Sus raíces se agarran tan fuerte al suelo que es difícil desarraigarlo.

Los atenienses vivieron bien gracias al olivo, que utilizaban para dar la bienvenida a los huéspedes y, sobre todo, por el fruto del olivo, la oliva, y por el aceite de oliva.

 Esta lucha entre Poseidón y Atenea está representada en uno de los frisos del Partenón, templo dedicado a Atenea en la Acrópolis de Atenas.

         También el héroe Heracles llevaba una maza de madera de olivo, que, si se apoyaba en el suelo, enseguida echaba raíces; con ella consiguió aislar en una cueva al león de Nemea, uno de sus trabajos, y lo ahogó con sus propios brazos.

 En recuerdo de esta hazaña, los habitantes de la ciudad de Nemea, crearon los juegos Nemeos, que formaban parte de los juegos panhelénicos y se celebraban cada dos años, alternando con los Délficos, los Ístmicos y los Olímpicos, que se celebraban cada cuatro años.

La razón para celebrar los juegos panhelénicos era que los griegos se olvidaran de sus guerras, porque estaba prohibido estar en guerra, mientras se celebraban los juegos.


8.- La lechuza
   
El búho o la lechuza son considerados los animales preferidos de la diosa griega Atenea. Como ella era la diosa de la sabiduría, la lechuza también representa la sabiduría.

Dicen que la propia diosa era una lechuza que volaba siempre de este a oeste, siguiendo el camino del sol. Representa también el poder, porque Atenea era la hija preferida de Zeus y de Metis.

De hecho nació de la cabeza de Zeus, totalmente armada, por lo que era la protectora de la guerra razonada o inteligente. Hay quien dice que una lechuza está siempre posada sobre el edificio más alto del mundo, donde haya más poder.

         La lechuza ayudó a Atenea a inventar los números y la forma de hacer fuego, además de enseñar a los hombres bastantes artes, como hilar, cultivar algunas plantas o tocar la flauta y la trompeta.

          Si una lechuza ríe, es señal de que alguien va a morir; si canta, es señal de que va a haber una boda.

Actualmente, en Grecia aún existe la creencia de que, si una lechuza se posa sobre un tejado, debe dejarse la luz encendida toda la noche, para que no suceda nada malo a la familia que vive en esa casa.

Tiene siempre los ojos abiertos y vigila el sueño de los habitantes de la casa donde se posa.


9.- El tilo y el roble

       Los griegos son gentes muy hospitalarias, desde hace muchos años hasta la época actual. Se dice que el origen de su hospitalidad es porque quizá sea un dios quien los visite.

Esta es la historia de una pareja de ancianos, Filemón y Baucis, que dieron origen al tilo y al roble. Su vida y su muerte fueron ejemplos del verdadero amor y de la generosidad humana.
  
         Había una pareja de ancianos que vivían en la región de Frigia. Eran muy pobres y solo tenían una cabaña como refugio y un ganso. Se llamaban Filemón y Baucis.

Un día el rey de los dioses Zeus y su hijo Hermes decidieron bajar a la tierra y llegaron a la región de Frigia. Pidieron hospitalidad para pasar la noche a todos los habitantes, pero nadie se fiaba de ellos y nadie les dio alojamiento.

 Sólo los dos ancianos Filemón y Baucis los acogieron en su pobre choza. Sirvieron aceitunas y vino, como era la costumbre, y aún sigue siendo en la actualidad en Grecia.

Cuando empezaron a servir el vino, Baucis se dio cuenta de que la jarra de vino seguía siempre llena, así que pensó que los visitantes eran dioses.

Filemón decidió sacrificar a su único animal, un ganso, para darles una cena digna. Pero el ganso escapó y se refugió junto a Zeus.

 Éste dijo que era su animal preferido y se dieron a conocer. Les avisó que iba a destruir la región de Frigia y les dijo que subieran a un monte, desde donde vieron cómo se inundaba todo, excepto su cabaña.

         Como regalo por haberlos recibido les dijeron que pidieran un deseo. Los dos ancianos se miraron durante unos segundos y pidieron morir los dos a la vez.

        Zeus y Hermes se marcharon, convirtiendo la choza de Filemón y Baucis en un templo, donde fueron sacerdotes del culto a Zeus. Tenían sacerdotes, consagrados por el dios, para que les sirvieran, porque eran ya muy ancianos.

 Cuando le llegó la hora de morir a Filemón, pidió a Zeus que recordara su promesa. Se abrazó a Baucis y sintieron cómo sus pies se enterraban en el suelo y se convertían en raíces, y sus brazos se iban extendiendo como ramas que se unían en sus extremos.

         Nacieron así el tilo y el roble, que suelen estar unidos por las ramas, símbolos del amor y la fortaleza.


10.- El águila
        
El águila representa la fuerza, el poder y la majestad. En la mitología griega representaba a Zeus; en la mitología azteca era Quauhtli, el 15º mes del calendario, era el ave imperial, que se posó en un cactus y allí construyeron la ciudad de Tenochtitlán. En la mitología siria antigua representaba al sol y fue luego convertida en constelación.

Pero te voy a contar por qué era el águila el animal preferido por Zeus. El águila le señaló cuál era el centro espiritual del mundo. Queriendo saber dónde situar el oráculo, que sería el más famoso del mundo, Zeus decidió soltar dos águilas, desde direcciones opuestas; donde se juntaran, ése sería el centro del mundo.

Las dos águilas volaron una en dirección a la otra y se encontraron el Delfos, el centro del mundo, o, como ellos lo llamaron, “el ombligo del mundo”. Los griegos esculpieron un ombligo de piedra, con la hazaña de las águilas grabada, y lo llamaron “ómfalos”, que significa ombligo en griego. Aún existe el monumento original en piedra.

         También otros héroes griegos tuvieron que ver con el águila. Por ejemplo, Prometeo, el titán que regaló el fuego a los hombres, después de habérselo robado a los dioses.

Como castigo, Zeus lo encadenó en los Montes Urales, donde un águila se encargaba del castigo. Hasta que lo liberó Heracles.

Otro personaje, quizá menos conocido, es Ganímedes, príncipe de Troya, a quien Zeus, en forma de águila, raptó para llevárselo al Olimpo y tenerlo como copero, para que le sirviera siempre el néctar y la ambrosía, alimento de los dioses.

         Los romanos adoptaron el águila como ave simbólica de su poder, y llamaban águilas a sus banderas.

  
11.- Hierba Luisa

         La mitología griega asimilaba la hierba luisa al nombre del limón, considerado como una joya sagrada, que crecía en numerosos árboles del Jardín de las Hespérides, donde tuvo que ir Heracles a robar las manzanas de oro de las Hespérides, por mandato de la diosa Hera, que intentaba que Heracles muriera en alguno de sus doce trabajos.

Aunque no lo consiguió, porque Heracles salió victorioso de todos ellos. La diosa Gea (la Tierra) regaló la hierba luisa a la diosa Hera, como regalo de bodas, cuando Hera se casó con Zeus.

Por eso, los griegos regalaban hierba luisa en las ceremonias nupciales, incluso como ramo de flores para la novia, porque los consideraban símbolo de fecundidad y riqueza, por el color dorado de las flores.

El jardín de las Hespérides estaba situado en el continente perdido de la Atlántida, del que nos da noticias el filósofo Platón. Algunos sitúan este jardín en el este de la península ibérica, o en alguna isla del mediterráneo, hundida por la acción de un tsunami, seguido de erupciones volcánicas.

La hierba luisa es una planta muy cultivada en diferentes regiones del mundo, entre las que están la zona de Piura, en Perú, y la propia Grecia.

Esta planta es un cítrico que se usa para curar diversas enfermedades, como el escorbuto, enfermedad que afecta a la dentadura y las encías, o para mejorar la digestión.

Se consideraba la planta de oro, porque relucía como el sol, incluso en las noches de luna nueva. Las leyendas europeas dicen que se consigue la noche de San Juan, en la que salen tres plantas a las doce de la noche, que se pueden coger si se tiene en la mano un objeto de metal.


12.- El caballo

         El caballo era muy apreciado entre los griegos porque era símbolo de fuerza, valentía y nobleza. El dios Posidón luchó con Atenea para ser el protector de los atenienses y ofreció como regalo un caballo.

El caballo más famoso fue Pegaso, el caballo alado. Era blanco y fuerte y, sobre todo, noble e inteligente. Ayudó al héroe Perseo en su lucha contra Kraken, un monstruo marino que amenazaba con matar a Andrómeda. Te voy a contar la historia, Eder:

Perseo era hijo de Dánae y de Zeus. (Zeus, como vas viendo, tenía muchos hijos y muchas mujeres). El padre de Dánae era el rey de Argos, Acrisio; Argos está en el Peloponeso.

Un oráculo de Apolo, el dios de la adivinación, le había dicho que su nieto le mataría y le quitaría el trono, así que Acrisio no permitía que su hija se casara, para que no tuviera ningún hijo.

Para que nadie la viera, la encerró en una torre con barrotes. Pero Zeus se enamoró de Dánae y se coló entre los barrotes, convertido en lluvia de oro. Dánae quedó embarazada y tuvo a su hijo Perseo.

Cuando se enteró Acrisio, los encerró en una caja de madera y la echó al mar. Pero Zeus se ocupó de que la caja llegara a la isla de Xérifos con Dánae y Perseo sanos y salvos. Allí vivieron hasta que Perseo fue mayor y quiso poner a su madre en el trono de Argos.

Una tormenta llevó su nave a Fenicia, donde vivía la reina Casiopea y su hija Andrómeda. Perseo se enteró de que, por una maldición de la diosa Tetis, diosa del mar, Andrómeda debía ser sacrificada a un monstruo marino, que saldría el último día del mes y se la llevaría.

Perseo prometió salvarla. El caballo alado Pegaso le ayudó a sobrevolar la roca donde Andrómeda estaba encadenada y consiguió vencer al monstruo Kraken.

Andrómeda se casó con Perseo, y así se unieron dos reinos que podían tener buenas relaciones comerciales en el mar. Eran Fenicia y Argos. El monstruo marino significa los peligros que tenían que superar los navegantes, para realizar sus negocios.


Perseo venció a Kraken con ayuda de la cabeza de Medusa, monstruo que convertía en piedra a todo el que la miraba. Pero esta es otra historia, que ya te contaré en otro momento.
13.- El ciprés
         Había una vez un chico llamado Cipariso, que vivía en la isla de Cos. Era amigo del dios Apolo y ambos solían cazar y hacer ejercicios atléticos juntos, en una zona de la isla, donde había un campo muy extenso, el campo de Cartea.
Un día Apolo y Cipariso fueron a cazar al campo de Cartea, y un precioso ciervo los acompañó. El ciervo tenía los cuernos dorados y de su pelo colgaban collares y perlas, que le iban regalando los habitantes de la zona, porque era un animal pacífico y agradable, que jugaba con los niños.
Cipariso se hizo amigo del ciervo enseguida, y desde entonces, iban todos los días a correr y saltar por montes y bosques. Apolo veía con recelo esta amistad, porque quería ser el único amigo de Cipariso, pero el joven no le hizo caso y seguía sus carreras y juegos con el ciervo.
        
Una tarde, el ciervo se tumbó a dormir a la sombra, detrás de un tronco caído, sin escuchar los ruidos que había a su alrededor, porque no temía que nadie le hiciera daño, acostumbrado a recibir sólo regalos de comida y caricias de todos.
Cipariso iba a correr con él, pero, al no encontrarlo, decidió practicar el tiro con jabalina con su amigo, el dios Apolo. Vio un bulto detrás de un tronco y, pensando que iba a cazar una buena pieza, lanzó su jabalina, que dio en el blanco.
Cuando se acercó, se dio cuenta de que había matado a su amigo el ciervo. Apolo, como dios de la medicina, intentó salvarlo, pero no lo consiguió y el ciervo murió.
        
Cipariso se quedó junto al cadáver, llorando tanto que se quedó sin lágrimas y sus brazos y piernas empezaron a extenderse y a convertirse en color verde y a volverse duros, como la madera de un árbol.
Los suspiros de Cipariso se elevaban tanto que también su cuerpo empezó a crecer hasta llegar al cielo. Al ver que su amigo se iba transformando en árbol, Apolo lo convirtió en ciprés, cuya cima es tan alta que puede decir sus secretos a los dioses.
Apolo se había quedado también sin su mejor amigo, y decidió que, desde ese momento, el ciprés fuera señal de dolor y de eternidad, de espiritualidad y amistad.
Por eso se coloca siempre en los cementerios, para que el espíritu de los que nos dejan se eleve hasta el cielo y comunique nuestros deseos a los dioses.
14.-La urraca
         La urraca es un ave que tiene fama de ladrona y desagradable. Cuando una urraca ve algo brillante, se lanza directamente a robarlo.
En urraca se convirtió una joven, hija del rey de Macedonia, llamada Cloris (que significa la pálida), porque su piel era muy blanca.
Las hijas del rey de Macedonia eran nueve y se llamaban Piérides. Las nueve hermanas se atrevieron a desafiar a las nueve Musas en un concurso de música y poesía. No sabían que la misma palabra música se llama así por las Musas.
        
Para la competición, se fueron todas al monte Parnaso, en Delfos, donde las Musas vivían con su patrono, el dios Apolo, protector de las artes, dios de la medicina y de la adivinación, además de ser el dios más guapo de todos.
El problema del concurso fue que las jueces que debían dar el premio eran ninfas, es decir, semidiosas, y, al acabar el concurso, todas dieron su voto a las Musas. Ç
Las hermanas Piérides se enfadaron mucho, diciendo que la decisión no era justa, y se lanzaron a atacar a las Musas, insultándolas y queriendo golpearlas.
Apolo, que al principio se lo tomó como una riña entre mujeres y se estaba riendo, se dio cuenta de que el asunto se ponía feo, e intervino, convirtiendo a Cloris y a sus hermanas en urracas, que conservan la facultad de cantar y gritar, e incluso de hablar, pero su canto es desagradable.
         Y, como piensan que les robaron el concurso, ellas se dedican a robar todo lo que encuentran, sobre todo las cosas brillantes.
15.- El narciso
         Había una vez un chico tan guapo que todas las chicas se enamoraban de él. Pero se lo tenía muy creído y no aceptaba a nadie, porque pensaba que nadie era digno de él.
Y los dioses castigan el orgullo; por eso, Narciso fue castigado por los dioses, convirtiéndose en una flor: el narciso.
Un día Narciso paseaba por el bosque, aprovechando cualquier charco de agua o laguna para mirarse en sus aguas y admirar su propia belleza.
Le vio pasar la ninfa Eco, que se enamoró de él enseguida. Pero Eco había sido castigada por la diosa Hera, por hablar demasiado y contar una de sus aventuras y no podía hablar.
Sólo podía repetir las últimas palabras que hubiera dicho el que hablara con ella. Así que, cuando Narciso preguntó
-         ¿Quién está ahí?
-         Ahí, ahí, contestó Eco
-         Ven, dijo Narciso
-         Ven, contestó Eco
Eco se atrevió a salir de entre los árboles, con los brazos abiertos, pero Narciso no quiso ni verla y se fue, diciendo que no era tan guapa como debía ser una ninfa.
Eco, al principio se echó a llorar, y se escondió en una cueva, donde acabó muriendo de pena, pero antes de morir, lanzó una maldición a Narciso, diciendo:
-         ojalá sepas algún día lo que es amar sin ser amado.
Narciso lo oyó, pero no hizo caso, porque no creía en las maldiciones. Pero, volviendo a su casa, pasó cerca de una laguna y se sentó al lado del agua, para beber un poco.
Al acercarse al agua vio reflejada en ella su propia imagen, y, sin darse cuenta de que era él mismo, se enamoró perdidamente de la imagen que veía en el agua.
Cuando trataba de acercarse, el joven de la imagen se acercaba; cuando se alejaba del agua, la imagen se alejaba; por eso Narciso pensó que también el joven de la imagen se había enamorado de él; quiso coger su mano, pero la imagen se desvanecía con el movimiento del agua.
Desesperado, decidió quedarse junto a aquella laguna, aunque no se atrevía a tocar el agua, por miedo a que la imagen se fuera, por lo que no bebía ni comía, hasta que murió.
Así se cumplía la maldición de Eco.
Hay otra historia del mismo Narciso, que, por rechazar otro amor, fue castigado por la diosa Némesis, diosa de la venganza. El resultado fue el mismo.


16.- El cangrejo

         El Cangrejo era un animal extraordinario, muy grande y fiero y que se había hecho amigo de la diosa Hera, para ayudarla en sus venganzas; porque Hera era muy vengativa, sobre todo, contra las novias de su esposo Zeus, que eran muchas.
La historia más conocida sobre el cangrejo es su actuación en el segundo de los trabajos del héroe Heracles.
Hera siempre perseguía al joven Heracles, porque era hijo de una mujer mortal, Alcmena, pero era poderoso y valiente y sus hazañas se conocían por todas partes.
Entonces decidió poner a Heracles bajo las órdenes del rey Euristeo, que era su primo y que, por orden de Hera le mandó hacer sus famosos doce trabajos.
El segundo de estos trabajos consistía en eliminar a la Hidra de Lerna, un monstruo con muchas cabezas. Heracles se enfrentó a ella, pero cuando cortaba una cabeza, volvía a salir duplicada y su trabajo era cada vez más difícil. Heracles descubrió que, si quemaba el corte de cada cabeza, ya no salían más.
Estaba venciendo, por lo que Hera envió al Cangrejo para que mordiera los tobillos de Heracles y lo distrajera en la lucha. Heracles aplastó al cangrejo de un pisotón y acabó su trabajo, cortando todas las cabezas de la Hidra.
         Para recompensar al Cangrejo por sus servicios, Hera consiguió colocarlo en el cielo, como constelación, para que todo el mundo lo viera siempre y recordara que había ayudado a la diosa.
Lo colocó cerca de la constelación del León, otro de los trabajos de Heracles, a quien Zeus colocó en el firmamento como parte de las constelaciones del Zodíaco.


17.- El jacinto o lirio
         Jacinto era un joven macedonio, hijo del rey Píero de Macedonia, aunque hay leyendas que dicen que era hijo de un rey de Esparta, o bien Ébalo, o bien Amiclas.
 
El dios Apolo amaba a este joven, por su belleza y por su inteligencia. Solían jugar y hacer ejercicio juntos, y lo que más les gustaba era el lanzamiento de disco.
Un día, Apolo, queriendo impresionar a su amigo, lanzó el disco con todas sus fuerzas, con tan mala suerte, que le dio en la sien y lo mató. Apolo se dio cuenta de que quien había desviado el disco para que diera a Jacinto había sido el viento Céfiro, que tenía envidia de Jacinto, porque Apolo le amaba y a Céfiro no.
         Cuando Jacinto cayó a tierra, Apolo recogió su sangre, que iba empapando la tierra y de ella hizo brotar una flor, el jacinto, que lleva una I (de Iacinthus) en el centro de los pétalos.
Sobre la flor ya crecida, Apolo lloró y, por eso, se considera una flor de luto, que se utiliza en los funerales, acompañando a otros tipos de flores. La flor del jacinto se identifica con la que se llama iris, y sale con diferentes colores.
         Jacinto recibió culto, como héroe divino, en Amiclas, donde se había colocado su tumba, junto a la estatua del dios Apolo. La tumba es del período micénico (anterior al s. XIV a.c.).
En Esparta se instituyeron unos festivales, las Jacintias, cuyo protector era Jacinto, considerado semidiós. Los festivales duraban tres días, un día para llorar la muerte del héroe divino, el segundo para verlo volver a nacer, y el último, para celebrar su renacimiento.
En estas fiestas se llenan las calles de flores de jacinto combinando los colores, e incluso se forran las paredes de las casas con ellas, formando dibujos, como tapices, contando la historia del joven, su amistad con Apolo y su muerte.
 

18.-La cierva
         Había una vez una cierva, que tenía los cuernos de oro, y las patas de bronce. Vivía en Cerinea y tenía otras cuatro compañeras como ella. Las cinco ciervas eran muy veloces y nadie podía cazarlas, excepto, claro está, la diosa de la caza, Artemisa.
La diosa se propuso conseguir las cinco ciervas para que tiraran de su carro de caza. Consiguió cazar a cuatro y las enganchó en su carro, pero la quinta, la de Cerinea, escapó y la diosa estaba enfadada, pero pensaba llegar a tenerla, aunque sólo fuera para no admitir ante nadie que había fallado en la caza, siendo ella la protectora de los cazadores.
Prohibió que alguien cogiera a la cierva de Cerinea, porque estaba reservada para ella.
El héroe Heracles fue encargado de capturarla (fue uno de sus famosos trabajos), pero no podía herirla, sólo cogerla con la mano, lo que era aún más difícil.
Tardó casi un año en conseguirlo, sin descansar ni de día ni de noche, y tuvo que ir hasta el extremo norte de la tierra, al país de los Hiperbóreos, que eran hombres legendarios de gran tamaño y de gran inteligencia.
Consiguió cogerla, cuando la cierva estaba bebiendo, atándole las patas para inmovilizarla. Cuando la capturó, se la llevó a Euristeo, el rey griego de Micenas, que le ordenó los doce trabajos, por mandato de la diosa Hera, que odiaba a Heracles.
         Euristeo tuvo miedo del animal, que era de un tamaño inmenso, y mandó a Heracles volver a llevarla a Cerinea y soltarla en el monte.  Artemisa se lo agradeció, y convenció a la cierva para que se dejara uncir a su carro, con su otras  cuatro compañeras.

 
19.- La mirra

         La mirra es un perfume extraordinario, que se usa desde hace miles de años y que cuesta muy cara, porque da un excelente olor y purifica el ambiente, además de evitar que se acerquen los insectos.
         Tiene también valores medicinales, utilizados desde la antigüedad por los médicos babilonios, egipcios y griegos. Los egipcios la usaban para embalsamar las momias.
        
         En tiempos muy antiguos se utilizaba para perfumar los templos de los dioses y, cuando un peregrino ofrecía mirra para el templo, los sacerdotes le quedaban muy agradecidos y le daban sus bendiciones y promesas de que todo le saldría bien en la vida, con la bendición de los dioses.
  
Pero la historia de mirra es una leyenda, quizá algo triste, pero que los antiguos griegos contaban a sus hijos, para que entendieran por qué valía tanto dinero. Te la voy a contar, Eder.
         Según la mitología griega, Mirra era una joven bellísima, hija del rey de Siria Tías. Su madre alababa la belleza de la joven, e incluso llegó a decir que era más bella que la propia diosa Afrodita.
Y Afrodita, por supuesto, se enfadó, porque ninguna mujer podía ser más bella que ella. Castigó a la madre con una muerte repentina y a la hija con un amor indebido: la joven Mirra se enamoró de su padre.
Pensó en suicidarse, pero su nodriza le aconsejó que engañara a su padre. Así pues, Mirra, con las ropas de la nueva esposa de Tías, se metió en la cama de su padre durante doce noches. Hasta que el rey se dio cuenta y la echó de casa.
Pero Mirra ya estaba embarazada. Al salir de casa, fue al bosque, pensando dejarse morir en soledad. Su padre mandó perseguirla para matarla, pero Afrodita tuvo piedad de ella, porque era la causante de su desgracia y la convirtió en un árbol, la mirra.
Mirra lloraba continuamente su desgracia y sus lágrimas eran la resina que resbala continuamente del árbol de la mirra y que se utilizaba para hacer el perfume.

 Cuando llegó el momento de que naciera su hijo, Afrodita quiso ayudarla. Nació un niño, Adonis, que sería el hombre más guapo del mundo. De hecho, la propia Afrodita se enamoró del joven, cuando fue mayor.

Pero Adonis, recordando lo que la diosa había hecho con su madre, la rechazó. Y Afrodita tuvo que sufrir el mal de amores, como lo había sufrido Mirra, la madre de Adonis.

 Estos dioses griegos son casi como personas humanas, ¿verdad, Eder?

          Se enamoran, se enfadan, se vengan de sus enemigos, tienen envidias entre ellos...

Es que los pueblos antiguos  explicaban por medio de leyendas todo lo que no podían explicar científicamente.

20.- Los bueyes de Geriones.-

          Tú ya conoces a Heracles, Eder, y sé que te gustan mucho sus aventuras.
          Una de ellas, la décima, es sobre lo que tuvo que hacer para recuperar un rebaño de bueyes que el gigante Gerión había robado.
Ya sabes que todos sus trabajos se los obligaba a hacer su primo Euristeo, por mandato de la diosa Hera, que tenía mucha manía a Heracles, porque era hijo de una mujer mortal, Alcmena, y de su marido Zeus. Y es que Hera no podía soportar que su marido tuviera tantas aventuras y tantas novias, y sobre todo tantos hijos.
         Resulta que Heracles tuvo que viajar mucho para encontrar a Gerión. Primero tuvo que pasar por Libia, por el desierto. Tenía tanto calor que empezó a disparar flechas al sol. El sol le pidió que dejase de lanzar sus flechas y le dijo que le daría a cambio lo que él quisiera.
         Heracles le pidió que le regalara la copa dorada en la que el sol atravesaba el cielo cada noche, cuando se acostaba en el oeste, para volver a aparecer por el este.
         Cuando consiguió llegar hasta Gerión, lo mató y recuperó el ganado, pero tenía que llevarlo hasta su primo Euristeo. En el camino se encontró con el ladrón Caco, cerca de Roma, que le robó parte del ganado, formado por vacas y bueyes. Heracles lo encontró, mató a Caco y recuperó el ganado.
         Hera estaba furiosa, porque Heracles iba a cumplir con su décimo trabajo y envió un tábano, que picaba a los animales y los enfurecía. Así que el viaje fue difícil y pesado.
Tuvo que pasar un río que Hera había hecho crecer tanto que era imposible vadearlo con el ganado. Al final consiguió entregar el ganado a Euristeo, que sacrificó todo el rebaño a Hera, para que estuviera contenta.
         Hay algunas leyendas que cuentan que Heracles tuvo que llegar hasta el extremo norte y más occidental de Hispania, persiguiendo a Gerión.
Allí cortó la cabeza al gigante, la enterró y sobre la tumba hizo construir una torre, que desde entonces se llamó Torre de Hércules.
Luego construyó una aldea alrededor y regaló la tierra y las casas a diferentes familias. La primera familia que se estableció en la aldea estaba dirigida por una mujer llamada Coruña, por lo que los demás habitantes decidieron llamar a la aldea Coruña, nombre que ha quedado hasta nuestros días.
21.- La violeta

         Supongo que habrás visto violetas, Eder. Son esas flores tan bonitas, color violeta (de ahí su nombre), tan humildes que casi no se ven al pasar, aunque tan atractivas que los ojos del caminante no tienen más remedio que fijarse en ellas.
Te voy a contar una de las leyendas de las violetas, cómo nacieron por primera vez y cómo fueron apreciadas por todos. Hay muchas leyendas sobre ellas.
       En la mitología griega se decía que nacieron de la sangre que derramó Atis, amante de la diosa Cibeles, que en honor a ella se cortó sus partes nobles bajo un pino.
También se dice que Io, la luna de Júpiter, fue transformada en violeta, como castigo de los dioses por haber ayudado a Heracles.
         En la mitología romana se contaba que los dioses crearon primero el invierno, para después ir creando las otras tres estaciones del año.
Para acabar con el invierno, apartaron las nieves con un soplo, hicieron fluir el agua de los arroyos y ríos y convencieron al sol para que saliera. Así empezó a crecer la hierba.
Los dioses, contentos por lo que habían conseguido, lloraron de alegría. Sus lágrimas cayeron sobre la hierba y de sus lágrimas nacieron las violetas, que en algunos lugares se llaman “lágrimas de los dioses”.
 A la diosa de la caza Diana (Artemisa para los griegos) le gustaron tanto que las convirtió en su color preferido y uno de sus símbolos.
En las regiones de Europa del norte, se consideran como la señal del comienzo de la primavera y se utilizan para calmar la tos y mejorar la respiración, así como para calmar el dolor de cabeza.



22.- La Osa mayor
          Esta es una historia algo triste, pero con final feliz. Se trata de una de las aventuras de Zeus (¡cómo no!).
Ya supongo, Eder, que empiezas a entender qué tipo de dioses tenían los griegos y los romanos, y que sus leyendas siempre tienen que ver con la naturaleza, para explicar lo que aún no podían explicar de forma científica.
 Pues resulta que Zeus se enamoró esta vez de Calisto, una ninfa que pertenecía al cortejo de Diana, la diosa cazadora. El requisito principal para pertenecer a su grupo era que no debían tener novio ni atender a nada ni nadie que no fuera la misma diosa.
Zeus vio a Calisto y consiguió enamorarla. Como resultado de este amor, Calisto quedó embarazada. Diana la echó enseguida de su grupo, porque había incumplido su promesa de no tener relaciones con ningún hombre.
Para ocultar el hecho a su esposa Hera, Zeus convirtió a Calisto en osa, pero Hera lo descubrió y pidió a Diana que la matara a flechazos.
Calisto tuvo a su hijo Arkas y luego murió. Zeus quiso recompensar de alguna manera el amor de Calisto y la puso en el cielo, para hacerla inmortal, como la Osa Mayor.
         Arkas fue criado por Maya  y, cuando se hizo mayor, fue rey de Pelasgia, que desde entonces se llamó Arcadia. Cuando murió, Zeus lo colocó también en el cielo, cerca de su madre, en la constelación del Boyero, o guardián de la osa, para que estuvieran siempre mirándose.
Del nombre de Arkas viene el nombre de Arturo, porque en griego Arktos significa osito.
23.- El signo de géminis
          Y hablando de signos del zodíaco, voy a contarte, Eder, la leyenda que originó tu signo, el de géminis.
Los géminis sois independientes y libres; os gusta todo lo que sea original e imaginativo y, sobre todo, sois más espirituales que materiales.
       
Había una reina en Esparta, una ciudad del Peloponeso, en Grecia, llamada Leda, casada con el rey Tïndaro. Zeus la vio y se enamoró de ella (como de casi todas las mujeres bellas que veía).
La visitó una noche y Leda quedó embarazada, aunque ya estaba embarazada de su esposo Tïndaro. Zeus se había transformado en cisne, un cisne azul precioso, y Leda puso dos huevos, con dos bebés en cada uno.
En uno nacieron Cástor y Clitemnestra, los dos niños mortales, hijos de Tïndaro. En el otro huevo, nacieron Helena y Pólux, los dos hijos de Zeus.
Helena y Clitemnestra se casaron con dos hermanos, Menelao y Agamenón, rey de Micenas.
         Los dos niños, Cástor y Pólux eran diferentes, pero siempre querían estar juntos. Cástor era más pacífico y se dedicaba a la doma y el cuidado de los caballos. Pólux era más belicoso y fue quien inventó el boxeo.
Como Cástor era mortal y Pólux era inmortal, pidieron al Destino que les permitiera estar siempre juntos, por lo que Pólux renunció a su inmortalidad, y así pudieron estar juntos.
Cuando Cástor murió, Pólux pidió ir con él al mundo subterráneo. Zeus, para que todo el mundo entendiera el amor entre los dos hermanos, decidió ponerlos en el cielo, como la constelación de Géminis, que enseña a todos lo que significan la dualidad y el amor, porque dos gemelos pueden ser muy diferentes, pero se quieren. Y no quieren que nadie los separe.
24.- El signo de aries
         Voy a seguir contándote las leyendas de los signos del zodíaco, Eder.
Aries significa carnero. La historia trata de un carnero con la piel de oro, que dio origen a la historia del vellocino de oro.
         En Beocia eran reyes Atamante y Nefele, que tuvieron dos hijos, Frixo y Hele. Pero Atamante se volvió a casar con Ino y ella no quería a los niños. Intentó deshacerse de ellos diciendo que eran los causantes de que no saliera la cosecha, pero ella había ido a los depósitos de grano y los había tostado, con lo que, cuando los sembraron, no germinaron.
Convenció a los sacerdotes de que había que sacrificar a los niños, para que volviera a salir la cosecha. Zeus envió al carnero con la piel de oro para que se llevara a los niños de allí. El carnero podía volar y los niños se montaron en él y escaparon de su madrastra.
         Fueron atravesando el mar Egeo, pero ya casi llegando a su destino la niña se cayó al mar, que desde entonces se llama Helesponto, es decir, el mar de Hele.
El niño Frixo llegó a la Cólquide y allí murió el carnero. Frixo entregó la piel al rey Eetes, que le acogió en su reino, y mandó poner la piel de oro en una cueva, protegido por un dragón, para que nadie lo robara.
         Entonces llegó un héroe de Yolco, Jasón, que tenía que llevar el vellón del carnero a su patria, para dar prosperidad a toda Grecia. Con ayuda de Medea, la hija del rey Eetes, consiguió robarlo y llevárselo. Zeus decidió poner el carnero en el cielo, como constelación, para que todo el mundo se acordara de sus aventuras.


25.- El signo de tauro

          Tauro significa toro. Hay varias leyendas que se refieren al toro y te las voy a contar, Eder, aunque sólo la primera se refiere al signo del zodíaco taurus.

          La primera leyenda trata de una joven  princesa, llamada Europa, hija de Agenor  y Telefasa. Zeus se enamoró de ella y se convirtió en toro para llamar su atención.

Cuando la princesa estaba jugando en la playa con sus amigas, Zeus, convertido en toro blanco, se paseó por la orilla del mar, invitando a las niñas a montarse sobre él y pasear por la playa.

Cuando se montó Europa, Zeus se metió inmediatamente en el mar y nadó hasta la isla de Creta. Allí hizo a Europa madre de tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis.

Luego se marchó y Europa acabó casándose con el príncipe de Creta, Asterión. Cuando fueron reyes, Asterión dejó como heredero del trono a Minos. Desde entonces, todos los reyes de Creta se llamaron Minos ( un título como el de faraón en Egipto). Para recordar su hazaña, hizo que la figura del toro estuviera en el cielo como constelación.

         La segunda leyenda trata de un héroe sumerio llamado Gilgamesh, al que amaba la diosa Innana. Como el héroe la rechazó, ella, enfadada, envió un toro muy fiero para que destruyera la ciudad.

Pero Gilgamesh, ayudado por su amigo Enkidu, logró vencer al toro y matarlo. La diosa tenía que vengarse y convenció a los dos amigos de que podían encontrar la planta que les daría la inmortalidad.

Salieron los dos héroes a buscar la planta; tras muchas trampas de la diosa Innana, Enkidu murió y Gilgamesh no pudo conservar la planta de la inmortalidad, que había logrado conseguir.

         La tercera leyenda tiene relación con la primera.

Minos era ya rey y pidió a los dioses que le dieran una señal de que su cargo era aceptado por ellos. El dios del mar, Posidón, envió un toro para que se lo sacrificaran, pero el animal era tan hermoso que Minos se quedó con él.

Como castigo, Posidón hizo que la esposa de Minos, Pasifae, se volviera loca y se enamorara del toro.

Como fruto de este amor nació el minotauro, mitad hombre y mitad toro, que Minos mandó encerrar en el laberinto de Creta, que diseñó el genial arquitecto y orfebre Dédalo.

         El héroe ateniense Teseo consiguió matar al minotauro y así librar a Atenas del tributo exigido por Minos, de siete chicas y siete chicos jóvenes, cada nueve años, para alimentar al Minotauro.

         Otras versiones más creíbles de la misma historia, cuentan que los jóvenes eran reclutados para aprender la danza del toro, como demuestras las pinturas encontradas en los palacios de Knosos, Festos o Hagia Triada.

 26.- El signo de Leo

         No creas que me he olvidado del signo de cáncer, Eder. Es que ya te había contado la historia cuando hablamos del cangrejo. Y el cangrejo tuvo alguna relación con los trabajos de Heracles.

           El segundo de los doce trabajos fue matar al león.

  En la región de Nemea, en Grecia, había reinado la luna con el nombre de Selene. Cuando Selene abandonó el poder, la diosa Hera envió un León como rey, que tenía atemorizados a todos los habitantes, porque se alimentaba con animales y seres humanos.

           El rey Euristeo, que era quien enviaba a Heracles a realizar los doce trabajos, le envió esta vez a matar al león, pensando que moriría en la empresa, porque el león tenía la piel invulnerable, es decir, no podía ser atravesada por ningún arma, ni lanza, ni espada ni cuchillo.

Tampoco pudo Heracles golpearlo con su maza, porque ésta se partió en dos al rozar el hocico del león.

Entonces Heracles, a quien no le faltaban recursos, cuando se trataba de pelear, decidió cogerlo entre sus brazos y con su enorme fuerza consiguió ahogarlo.

Cogió después la piel del león y la usó toda su vida como capa, para demostrar a todos que su fuerza era invencible.

Para recordar la hazaña, Zeus puso al león en el cielo, como constelación, y en su centro colocó la estrella Regulus, que significa “corazón del león”.

 27.- El signo de Virgo

          Virgo significa virgen, es decir, una mujer que no quiere tener relación con los hombres. Hay varias leyendas sobre Virgo. Te las voy a contar.

La primera fue la diosa Isis egipcia. Se decía que cuando pasaba su esposo el sol, Osiris, por su lugar en el cielo, era la fecha de la recolección. Y en ese momento, se suponía que se daba el nacimiento de algún dios.

Isis es considerada la madre de los dioses egipcios, la diosa de la medicina, porque enseñó a los hombres la forma de curar enfermedades, y porque reconstruyó el cuerpo de Osiris, cuando fue cortado en trozos por su hermano Seth.

Isis fue buscando todos los trozos y los envolvía con vendas, construyendo así la primera momia.
        
          La segunda se trata de la diosa griega Astrea, hija de Zeus y Temis. Era la encargada de llevar los rayos de su padre y fue recompensada teniendo un lugar importante en el cielo, junto a su hermana Dike, la justicia, que corresponde al signo de libra; así están las dos hermanas entre los signos del zodíaco.

 La tercera leyenda trata de otras dos diosas griegas, Atenea y Ártemis. Las dos eran vírgenes, porque no querían tener tratos con hombres ni dioses.

 Atenea, sin embargo, tuvo un hijo, Erictonio, que fundó la ciudad de Atenas.

 Ártemis no tuvo ningún hijo, era hermana melliza del dios Apolo y era la diosa de la caza. No permitía que ninguna de sus compañeras tuviera relación con hombres.

 Si lo recuerdas, una de sus compañeras, Calisto, fue expulsada del grupo por quedarse embarazada. Calisto se convirtió después en la Osa Mayor y su hijo fue la estrella Arturo.
28.- El signo de Libra
         Siempre se representa el signo de Libra con una balanza, que pesa lo bueno y lo malo de cada situación y de cada acto humano o divino.
Hubo una diosa griega, de la primera generación de dioses, llamada Temis. Era hija de Urano y Gea, el Cielo y la Tierra. Nació para hacer de mediadora entre sus padres, que siempre estaban peleando.
Ella intentaba siempre poner paz, pero pocas veces lo conseguía. El Cielo era Aire y Fuego, todo lo contrario de la Tierra, que era tierra y agua.
 Temis estaba presente en el nacimiento de todas las personas que debían ser justas. Así estuvo presente en el nacimiento de los dioses Artemisa y Apolo, e hizo que Apolo fuera considerado el dios de la justicia, cuando los hombres se cansaron de tener un dios supremo como Zeus, que era caprichoso y mujeriego.
         Cuando algo no le parecía justo, llamaba a su compañera Némesis, la Venganza, para que diera su castigo a los que no actuaran con justicia.
La diosa lleva también en la cabeza una cornucopia, una especie de sombrero con un pico en el centro. Esto significa que todos tenemos en nuestra mente el concepto de justicia, pero no siempre lo cumplimos.
         Las imágenes que nos han llegado de Libra, es decir Temis, no son griegas; tenemos la imagen romana de la diosa Iustitia, parecida a la griega.

         La idea de la balanza significa que debe haber igualdad entre lo bueno y lo malo y que debe haber igualdad entre todos los seres humanos, sin distinguir a ninguno por su sexo, raza o creencias.
         Pero esto ya lo sabes tú bien, Eder. Que todos debemos ser  iguales ante la justicia.
29.- El signo de Escorpio
         Hay varias historias mitológicas que hablan de la fuerza de Escorpio y su posibilidad para vencer enormes dificultades. Los escorpio son como tú, Eder (aunque seas Géminis), siempre ganan al final de una gran lucha.
         La primera historia se refiere a los dioses egipcios, que tanto te gustan. Se trata de Set, dios de gran maldad, jefe de los escorpiones del desierto, que se enfrentó con su hermano Osiris, dios de la luz.
Quería quitarlo de su camino y le hizo caer en una trampa, porque Osiris no pensaba que nadie quisiera hacerle ningún mal.
En una fiesta, Set presentó una caja de madera y oro, para ver lo altos que eran sus amigos y todos se tumbaban en la caja y señalaban hasta dónde llegaba su cabeza.
Cuando Osiris entró en la caja, ésta se cerró y allí murió. Set, además, hizo que cada parte de su cuerpo estuviera en una región distinta de Egipto.
Pero su hermana y esposa Isis, sabiendo lo que había hecho Set, buscó las partes del cuerpo de Osiris, recorriendo toda la tierra de Egipto, las juntó y las vendó hasta hacerle volver a la vida, porque ella era la diosa de la medicina. Osiris se convirtió así en el dios de la muerte y la resurrección y fue la primera momia que hubo en Egipto.
         La segunda historia se refiere al héroe mesopotámico Gilgamesh. Cuando iba buscando  la planta de la inmortalidad, tuvo que enfrentarse a los hombres – escorpión, que al final lo dejaron pasar.
Consiguió la planta, pero la diosa Inana, que no lo quería, porque la había rechazado, hizo que la perdiera y acabó muriendo en la aventura.
La tercera historia trata del héroe Perseo, que tuvo que enfrentarse a un monstruo llamado Medusa, que tenía cuerpo de reptil y cabellos de serpientes. Si miraba a alguien, lo convertía en piedra.
El héroe Perseo tuvo que enfrentarse a ella y, con ayuda de un escudo, que reflejaba como un espejo, que le había dado su padre Zeus, pudo ver dónde estaba Medusa, sin tener que mirarla de frente.
Cuando Perseo consiguió cortarle la cabeza, de las gotas de sangre que caían iban naciendo escorpiones, con los que tuvo que enfrentarse el héroe.
Para que los ojos de Medusa no pudieran convertirlo a él en piedra, metió la cabeza cercenada en un saco de tela roja.
Por fin consiguió convertir en piedra a un monstruo marino que amenazaba a su novia Andrómeda, usando la cabeza de Medusa, cuyos ojos petrificaban al que los mirara, aunque Medusa estuviera muerta.
30.- El signo de Sagitario
         Sagitario significa el flechador, el arquero. Hay varias leyendas, que tratan sobre arqueros famosos.
El más conocido como buen arquero fue el centauro Quirón. Supongo que sabes quiénes eran los Centauros, ¿verdad, Eder? Eran seres de grana fuerza e inteligencia, que tenían cuerpo de hombre hasta la cintura, y el resto, cuerpo de caballo.
Quirón fue profesor de varios personajes conocidos, como Heracles, Aquiles, etc, a los que enseñó todo lo que sabía cuando eran niños.
Uno de los mejores arqueros que hubo en la guerra de Troya fue Filoctetes. Se decía que sin su arco y sus flechas no se podía conquistar Troya.
Pero estaba solo en una isla, porque tenía una herida incurable y le habían dejado allí sus compañeros, porque Filoctetes era inmortal y nadie soportaba el olor de la herida.
Los héroes Odiseo y Diomedes fueron a buscar el arco, que antes había sido de Heracles, pero Filoctetes no quiso dejárselo, si no lo llevaban con él, así que tuvieron que llevárselo.
Una flecha de este arco de Filoctetes fue la que se dirigió al talón de Aquiles y lo mató.
         Por último, el más famoso flechador de la mitología y la literatura griega es el propio dios Apolo, que se sentaba en una nube y disparaba con su arco y sus flechas de plata, a quien hubiera cometido algún delito, o para vengar alguna afrenta que hubiera sufrido la persona que él quería.
Como por ejemplo su madre, que se vio agraviada por la reina Níobe, que se jactaba de tener más hijos que Leto, la madre de Apolo, y su hermana melliza  Artemisa. Ambos mataron a los hijos de Níobe a flechazos.
 
31.- El signo de Capricornio
         El signo de Capricornio tiene su origen mitológico en una famosa cabra, llamada Amaltea, que dio su leche al dios Zeus, cuando era un bebé y tuvo que ser ocultado por su madre en una cueva, para que su padre Cronos no se lo comiera, como había hecho con sus hermanos anteriores.
En esta cueva cuidaban de Zeus los sacerdotes llamados coribantes, que bailaban haciendo chocar sus escudos y lanzas para que Cronos no oyera los llantos del bebé.
Cuando Zeus consiguió destronar a su padre y se hizo rey de los dioses, siguió teniendo a la cabra Amaltea con él, y cuando Amaltea murió, se quedó con su piel, que llamó Égida (en griego significa cabra).
Más tarde regaló la Égida a su hija preferida Atenea, que la llevaba en la mano y en el escudo. Para que todos conocieran el agradecimiento de Zeus hacia Amaltea, el dios decidió ponerla en el cielo, donde pudiera ser vista durante siglos por los hombres de cualquier región del mundo.
 
La cabra Amaltea tuvo un hijo, el dios Pan, uno de los dioses de la Naturaleza, que vivía en los bosques, persiguiendo ninfas.
Algunas versiones mitológicas dicen que el padre de Pan era el propio Zeus. El dios Pan era un buen músico y se dice que fue uno de los inventores de la flauta dulce.

         Zeus tuvo que agradecerle su ayuda cuando tuvo que luchar contra los titanes, sobre todo contra Tifón.
32.- El signo de Acuario
         Todas las personas del signo de acuario son buenos investigadores y muy inteligentes, generosos y honrados.
Eder, tú te darás cuenta de ello, porque el Abu es Acuario. Y el Abu es tu padrino y es la mejor persona del mundo ¿verdad?. Pues te voy a contar la historia de Acuario.
        Había un príncipe troyano, de la familia de Héctor y Paris, llamado Ganímedes, que era tan guapo y agradable que Zeus decidió llevárselo con él para que le sirviera de copero, es decir, que estuviera siempre a su lado para servirle el néctar, que era la bebida de los dioses.
Para llevárselo al Olimpo, Zeus se convirtió en águila y cogió entre sus garras a Ganímedes. Dicen que el príncipe se fue con el dios sin protestar, porque le gustaba volar y se quedó encantado al llegar al Olimpo y poder vivir con todos los dioses.
Por supuesto le concedieron la inmortalidad y la eterna juventud, dejándole comer las manzanas de la juventud, que proporcionaba a todos los dioses la joven diosa Hebe, diosa de la juventud e hija de Zeus y Hera.
         Se representa a Ganímedes con un jarro en la mano. Este jarro nunca se vaciaba, porque el propio Ganímedes le pidió a Zeus que así fuera para tener menos trabajo, puesto que se pasaba todo el tiempo sirviendo bebida a todos los dioses, no sólo a Zeus.
33.- El signo de Piscis

        Este signo, representado por dos peces tiene una historia mitológica en casi todas las culturas antiguas conocidas.
Los piscis son generosos, cariñosos y desinteresados, como tu tita Nere. Por eso se supone que los peces se refieren a dioses que representen el amor. Te voy a contar, Eder, varias historias de diferentes culturas.
         En la antigua Babilonia, el signo de piscis se relacionaba con la constelación de Kun, que representaba una golondrina con cola de pez que solía volar sobre las aguas e indicaba las épocas en que estaba permitido pescar, puesto que el Mar se consideraba como la Madre de toda la Naturaleza y sus sacerdotes prohibían el consumo de pescado, salvo en unas pocas ocasiones especiales.
Derivada de esta cultura estaba la creencia hebrea de que El Pez era Zabulón, habitante del mar que procuraba alimento a los hombres, cuando no tenían medios terrestres para alimentarse.
         En Grecia, piscis eran los dioses Afrodita y su hijo Eros (el Amor) que hacían a sus seguidores, los nacidos en el signo de Piscis, seres cariñosos y generosos.
         La palabra “pez” (en griego “ijzus”) son las siglas que los primeros cristianos  utilizaron para identificarse y reconocerse entre ellos y que significan “Jesús Cristo hijo de dios salvador”. De nuevo un Dios que significa amor, como en la cultura hebrea y en la grecorromana.





34.- La rosa


         Volvemos, Eder, a las plantas y los animales, que tanto te gustan. Empezaré por la rosa, en primer lugar, porque es la flor más apreciada y más bella, y, en segundo lugar, porque es mi nombre, y sé que te gustará saber la leyenda que dio origen a la rosa.

         En la mitología griega hay cuatro versiones del origen de la rosa. Te las voy a contar y te quedas con la que más te guste.


1.- Se dice que la rosa fue creada por la diosa Cibeles, para adornarse y parecer más bella que la diosa Afrodita, a la que tenía algo de envidia. Pero no lo consiguió y todos, dioses y hombres, siguieron considerando a Afrodita diosa del amor y de la belleza y a Cibeles como diosa madre.


2.- Otra leyenda dice que fue la diosa Afrodita la que creó la rosa. Al nacer de la espuma del mar, quiso que todo lo que la rodeara fuera belleza; entonces hizo nacer de su seno una rosa blanca, que siempre llevó, como símbolo de su belleza.


Dioniso, dios del vino, se acercó a ver tanta belleza y, como ofrenda, derramó unas gotas de su copa de vino sobre la rosa blanca, que pasó a ser de color rosa.


Cuando Afrodita se enamoró del mortal Adonis, hijo de Mirra, (una historia que ya te he contado), vio cómo moría y corrió a socorrerlo; al correr, se clavó una espina en un pie y sangró, con lo que le dio a la rosa el color rojo.


3.- La tercera leyenda dice que fue el dios Dioniso quien creó la rosa. Se acercó a un zarzal, y, como no le gustó, hizo crecer una rosa blanca.


Entonces vio a una ninfa que se ponía roja al verle. Como le gustó el color de la cara de la ninfa, hizo que la rosa se pusiera del mismo color, e hizo crecer muchas más rosas en el zarzal.


4.- La cuarta leyenda es la menos aceptada por la literatura.


        Se trata de la reina Níobe, que tenía catorce hijos y se reía de la semidiosa Leto, porque sólo tenía dos. Pero estos dos hijos eran los dioses Apolo y Artemisa, que vengaron a su madre matando a flechazos a todos los hijos de Níobe.
        
         Cuando Níobe fue a verlos morir, se dice que de las gotas de su sangre iban naciendo rosas, al caer al suelo.


Níobe se quedó petrificada por el dolor y se convirtió en la lápida de sus propios hijos, que siempre está húmeda, porque se dice que la madre llora una vez al mes, excepto en los meses de enero y diciembre, que llora dos veces.


Así llora catorce veces al año, una vez por cada hijo que perdió.


 35.- La hormiga


La hormiga es un ser trabajador y constante, como tú Eder. Por eso quiero que sepas cómo la apreciaban los griegos. Tiene varias versiones en la mitología griega.


Una de ellas dice que los mirmidones eran un antiguo pueblo griego, situado en la Tesalia meridional. Eran un pueblo valiente y con guerreros fuertes y tenaces, y en la Guerra de Troya lucharon bajo las órdenes de Aquiles.


Eran descendientes del rey Mirmidón, un rey de Ftiótide, que descendía de Zeus y de una princesa llamada Eurimedusa. Según la mitología, para la conquista de la bella princesa, Zeus se convirtió en una hormiga.


Otra versión de la historia dice que la isla de Egina, muy cercana a Atenas, y donde se acuñó la primera moneda griega, se quedó sin habitantes por culpa de una plaga.


El rey Eaco, padre de Peleo y abuelo de Aquiles, pidió a Zeus que volviera a repoblar la isla y Zeus convirtió a las hormigas que había dentro de un roble en hombres.


Pero la leyenda más conocida es la que cuenta que Aquiles llegó a la guerra de Troya sin soldados a sus órdenes. Se sentó al lado del mar para pedir a su madre que le ayudara, porque su madre era la diosa marina Tetis.


Ella le dijo que se levantara de la roca donde se había sentado y que abriera un hormiguero que había debajo. Al abrirlo empezaron a salir hormigas que se iban convirtiendo en soldados.
       
         Así formó Aquiles su ejército, los mirmidones, y se convirtió en el más fuerte de todos los reyes griegos que fueron a Troya a las órdenes de Agamenón.

         El nombre de mirmidones se les dio, porque en griego, hormiga es Mirmex.

36.- El diente de león

         Hay varias leyendas sobre el origen y las virtudes de la planta llamada diente de león.

La mitología griega dice que fue el héroe Teseo quien lo extendió por primera vez en Grecia. Teseo era hijo del rey de Atenas, Egeo, y fue a Creta en una de las expediciones atenienses, con la intención de matar al minotauro.

         Cuando lo consiguió, la diosa Hécate quiso recompensarlo por haber matado al monstruo, y le invitó a comer; le ofreció una ensalada con dientes de león, diciéndole que sería rico para siempre.

       Se refería a la riqueza mental y espiritual, que es mucho más importante que la riqueza material. Y Teseo fue un buen rey, justo y honrado y mejoró mucho toda la región del Ática, donde estaba situada la ciudad de Atenas.

Los pueblos precolombinos contaban que el diente de león era una joven doncella, que se había transformado en flor dorada, esperando a que el Viento del Sur se fijara en ella.

Al pasar mucho tiempo se había hecho anciana y sus cabellos estaban blancos. El Viento del Norte la vio, se compadeció de ella y la convirtió en flor dorada.
 
En otras culturas se dice que el diente de león es una flor que nació cuando aparecieron los humanos sobre la tierra. Antes sólo había duendes y hadas. Pero eran de un tamaño tan pequeño que, cuando empezaron a poblar la tierra los hombres, las pisaban, porque no las veían.

Así que se convirtieron en dientes de león doradas, que se esconden bajo tierra, para protegerse, al acercarse los pasos de algún hombre o animal.

 
 
CUENTOS BREVES PARA EDER
         Iniciamos, Eder, una nueva serie de cuentos. He elegido seres mitológicos y monstruos,. Todo lo que tiene vida tiene su dios y su espíritu, donde el hombre proyecta sus anhelos secretos y porque tú me lo pediste.
Estos seres representan una fantasía desbordada, basada en los cimientos del saber humano, en religión y filosofía, porque estas fábulas expresan formas y reglas de vida y las preocupaciones diarias de todos.
Los monstruos eran advertencias de los dioses y representaban conceptos abstractos, como la virtud y la humildad. Los hombres luchaban  para conservar la armonía cósmica y conseguir esas virtudes
        Espero que algún día puedan servirte en los avatares que te reserve la vida.
1.- La princesa Ida y las amazonas.
Hace muchísimos años, existió un pueblo compuesto sólo por mujeres, porque no querían saber nada de los hombres. Eran las amazonas. Su vida era muy dura, porque tenían que hacer de todo: trabajar los campos, cuidar a sus hijas y hacer su instrucción militar, porque tenían que defenderse de otros pueblos.
Te he dicho que cuidaban de sus hijas, porque, cuando tenían un hijo, no lo querían y sólo se ocupaban de las niñas; los niños a los que permitían quedarse en el poblado les servían de criados; a los demás los expulsaban o los abandonaban. No se consideraba que eran mujeres de verdad hasta que no cazaban y mataban a un hombre.
Ya en el s.s XIX, un famoso escritor, Tenisson, escribió una novela "La princesa", que describe la creación y destrucción de un colegio de mujeres.
La historia empieza con la fundación de una universidad para doncellas, como un colegio mayor. La Princesa Ida es la directora y tiene que luchar contra una sociedad que aún no admite la inteligencia de la mujer. Sólo ella es lo suficientemente fuerte para ser empresaria y no admitir en su universidad nada más que a chicas jóvenes y solteras, sin novio.
Las normas no permiten que las alumnas tengan ni siquiera un amigo, sólo pueden tener amigas. Los estudios de la universidad están dirigidos a alumnas inteligentes y con capacidad emprendedora para llegar a convertirse en directoras y fundadoras de empresas.
Sólo al final de la novela, Ida comprende que la sociedad debe ser plural, y que el trabajo debe compartirse con los hombres. Además, se da cuenta de que todas sus alumnas tienen alguna frustración, sobre todo la de llegar a ser madres. Planifica un nuevo currículo y admite un alumnado plural. La universidad es un éxito. 


2.- Gluskap.- leyenda algonquina de América del Norte
Gluskap era un héroe inmortal, que no envejecía y que tenía poderes especiales. Podía dominar el agua, el aire, el fuego y la tierra. Era un héroe generoso y quiso compartir con los hombres sus poderes. Reunió a varias parejas y les dijo que quería construir un poblado nuevo, que tendría como característica que sería un poblado con gente feliz, y así lo hicieron. Gluskap sabía que existían seres malvados, que intentaban estropear la felicidad de los demás, pero confiaba en que su poblado siguiera feliz durante mucho tiempo.
Ya en su nuevo poblado, un día la fuente empezó a echar barro en lugar de agua, y los ancianos encargaron a un hombre que descubriera el misterio. El hombre se puso en camino y llegó a un pueblo cuyos habitantes tenían forma de rana. Pidió agua y las ranas le dijeron que tenía que pedir permiso al jefe, que era un dragón.
El dragón vivía en el agua y se dedicaba a mancharla. Luego se comía a los hombres cuando estaban ya medio muertos de sed. El hombre volvió al pueblo feliz de Gluskap, para contar lo que había averiguado y describió al dragón que retenía el agua y se comía a los hombres.
Al enterarse de todo, Gluskap decidió luchar con el dragón. Se pintó el cuerpo y se puso unas plumas blancas en la cabeza. Dirigido por el hombre que había descubierto la causa de la falta de agua, llegó al poblado de las ranas, luchó con el dragón y lo mató.
Del cuerpo del dragón salió un río, que llegó hasta el poblado de Gluskap. El dragón se hizo tan pequeño que se refugió en un pantano y desde entonces vive allí, sin atreverse a enfrentarse al héroe.
Gluskap también venció a los gigantes Kewawlqu, que se dedicaban a cambiar las montañas de lugar y despistaban a los viajeros.
Venció a los hechiceros Medecolin, que encantaban a los animales y se los llevaban, dejando a la gente de los pueblos sin recursos de carne y leche, y venció al espíritu de la noche, que a veces no dejaba que saliera el sol y las cosechas se estropeaban.
Creía que nadie podría vencerlo, hasta que una mujer hechicera le dijo que había alguien que lo vencería, se trataba de Wasis, un niño de enorme fuerza. Gluskap fue a verlo y le dijo que saliera a pelear con él.
El niño se asustó y empezó a llorar. Gluskap no pudo aguantar los gritos del niño, que hacían temblar la tierra, y tuvo que irse, vencido por un niño.
Pero sigue protegiendo a los habitantes de su poblado, generación tras generación, y haciendo el bien a todos los seres con los que se encuentra. Porque no olvides, Eder, que es inmortal.
  
3.- Hiawatha y las cinco naciones.- leyenda iroquesa de América del Norte
Este cuento sirve para entender que la unión hace la fuerza, que sólo ayudándose unos a otros se consigue vencer cualquier dificultad que se pueda presentar en la vida.
El dios Ta-ren-ya-wagon, hijo primogénito del dios supremo, dormía sobre las nubes cuando oyó gritos en la tierra. Como era joven sentía curiosidad por todo y se asomó sobre las nubes a ver qué pasaba. Eran los hombres que huían de unos monstruos gigantescos. Enseguida se decidió a ayudar a los hombres, porque la raza de los gigantes ya estaba a punto de desaparecer, puesto que no servían para nada y los dioses habían decidido dejar que se extinguiera.
Tarenyawagon bajó a la tierra y guió al pueblo de los hombres a un lugar entre dos ríos, donde podían cultivar la tierra, tener animales domésticos y vivir en paz. Cuando se multiplicaron tanto que no cabían en el lugar, el dios les dijo que debían separarse en grupos y formar otros pueblos. Repartió entre los diferentes grupos las posibilidades de supervivencia y las características intelectuales y físicas, para que se especializaran en algo y se sintieran bien.
A los del primer grupo los llamó Mohawks, les dio maíz y judías para sembrar y perros para cazar. Su territorio era llano, pero poseían también algunas montañas, para que vivieran los animales de caza.
A los del segundo grupo los llamó Oneida, y les dio la sabiduría. Se dedicaron a estudiar las estrellas, las plantas medicinales y se establecieron cerca de los Mohawks, porque intercambiaban con ellos su sabiduría para obtener productos para alimentarse y vestirse. También intercambiaban a sus jóvenes, para formar parejas y nuevas familias.
Al tercer grupo los llevó junto a una montaña y los llamó Onodaga, y los convirtió en guerreros.  Su territorio estaba en el extremo de la comarca de los dos pueblos anteriores, de modo que pudieran defender, aunque sin saberlo, a los otros dos pueblos. 
El cuarto grupo fue llevado junto a un lago; los llamó Cayugas, y les dio canoas, después de enseñarles a pescar. Este pueblo estaba situado en el otro extremo de todo el continente, de modo que el lago parecía ser una frontera natural.
El quinto y último grupo fue a otro lugar; los llamó Senecas, y los hizo grandes corredores. Ellos se encargaban de llevar las noticias de un extremo a otro del continente y de anunciar las reuniones que se celebraban entre ellos cada siete años, en verano. En estas reuniones intercambiaban productos, historias, y, a veces, se formaba alguna pareja entre las distintas tribus.
Así se fundaron las cinco naciones. El dios se quedó con los Onodagas, se casó con una de sus jóvenes y tuvo una hija con ella. Como jefe de la nación onodaga, tomó el nombre de HIAWATHA.
Los cinco pueblos prosperaron y mantuvieron buenas relaciones entre ellos, hasta que llegó un invasor. Hiawatha reunió a los jefes de las cinco naciones. Les dijo que fueran como los dedos de una mano, que no se separan nunca. Sólo así lograron vencer al invasor.
La unión hace la fuerza.

4.- El Dragón.-
El dragón era una serpiente que fue adquiriendo poderes y aspecto terrorífico en todas las leyendas y sagas. Era de color rojo, verde o negro con cabeza de caballo o camello. Los ojos encendidos en fuego, su boca ancha llena de dientes afilados; por la nariz echaba fuego y humo de azufre; sus garras eran de tigre con cuatro uñas cada una; las dos alas tenían escamas de bronce o hierro.
Algunos dragones no tenían alas, pero podían volar y se dedicaban a quemar las regiones y a asfixiar a sus víctimas. Había dragones de tierra, de cielo y de mar. Todos causaban tempestades y tifones.
Entre los romanos el dragón era insignia del ejército.
Entre los griegos, Homero nos dice que había un dragón azul en el escudo de Agamenón, el jefe de la expedición que destruyó Troya.
Los piratas nórdicos llevaban dragones en sus escudos y en las proas de sus barcos.
En las leyendas germánicas, el dragón vigilaba los tesoros.
En occidente simbolizaba la maldad y era enemigo de los hombres.
Por ello quien lo mataba era un héroe, como el griego Heracles, el britano San Jorge o el germano Sigfrido.
Matar al dragón significaba la lucha de la humanidad por el mantenimiento de la armonía cósmica. También fue el primer animal mitológico de oriente, pero en China era benéfico y simbolizaba el poder.
  
5.- Las Arpías.-
Son divinidades griegas aladas, hijas de Taumante, dios marino y Electra, hija del Océano. Según Homero había dos, que simbolizaban la naturaleza del viento: Aelo o Nicótoe era la borrasca, y Ocípite el viento rápido. Más tarde se conoció una tercera, Celeno que significa la oscura y es la que nubla el cielo. Se representaban como mujeres aladas de cabellos rubios y sueltos.
 
Los romanos creían que tenían rostro femenino y cuerpo de ave rapaz con afiladas garras encorvadas que devoraban todo o lo convertían en excrementos.

Los griegos creían que raptaban niños y las almas de los criminales para que fueran castigados. En algunas tumbas estaban representadas llevándose el alma del muerto.

Por orden del rey del Sol, Helio, las Arpías persiguieron a Fineo, rey ciego y adivino de Tracia, en castigo por haber renunciado a su vista a cambio de poder vivir una larga vida; devoraban su comida y manchaban todos los lugares que él pisara. Fue liberado por los Argonautas a cambio de decirles el camino a la Cólquide.

Según el poeta latino Virgilio, las Arpías viven a la entrada del infierno y son, además furias y demonios. Con el dios del viento Céfiro engendraron a los dos caballos de Aquiles, y a los de Cástor y Pólux.


6.- Las Gorgonas.-

Eran tres hermanas: Euríale, Esteno y Medusa, hijas de divinidades marinas. Eran muy bellas, pero un día Poseidón, dios del mar sedujo a Medusa en el templo de Atenea y la diosa, en castigo,  las convirtió en monstruos alados con rostros horribles, con colmillos en vez de dientes, lengua bífida y serpientes en lugar de cabellos; sus manos eran de bronce con garras en lugar de dedos.

Las chispas que se desprendían de sus ojos convertían en piedra a quien las mirara. Vivían cerca del reino de los muertos, rodeadas de sus víctimas petrificadas.

El héroe Perseo, antepasado de Heracles, tenía por misión matar a Medusa, la  única mortal de las tres hermanas; para conseguirlo le ayudó la propia Atenea, regalándole un escudo reluciente, a través del cual debía mirarla como si fuera un espejo.

Además, las ninfas de la Estigia regalaron a Perseo unas sandalias aladas, una bolsa mágica para guardar la cabeza cortada de Medusa y el yelmo de Hades, para que fuera invisible. Con todo ello Perseo venció a Medusa.

Al cortarle la cabeza, salieron de la herida los dos hijos que Poseidón había engendrado con Medusa: el caballo alado Pegaso y el guerrero Crisaor, que quisieron vengar a su madre, pero Perseo huyó gracias al casco que le hacía invisible.

Las gotas de sangre que cayeron de la cabeza de Medusa en el desierto se convirtieron en serpientes venenosas (en otras versiones, se convirtieron en alacranes). Perseo entregó la cabeza a la diosa Atenea que la colocó en su escudo para transformar en piedra a sus enemigos.

 
7.- Pegaso.-
Pegaso es el caballo alado hijo de Poseidón y Medusa. El nombre en griego significa manantial; el caballo solía beber de las claras aguas de la fuente de Pirene, en la acrópolis de Corinto, fuente de inspiración para los poetas, por eso el caballo era considerado símbolo de la inspiración poética.
Al nacer, Pegaso voló al Olimpo y se puso al servicio de Zeus, tirando del caballo que llevaba el rayo del dios. Era amado por las Musas que habitaban en el monte Helicón, porque había creado la fuente Hipocrene golpeando el monte con sus cascos en forma de luna, y la fuente de Trecén.
La diosa Atenea lo domó y se lo dio a Perseo para que fuera a liberar a Andrómeda. En otras versiones del mito, Pegaso nace después de que Perseo mate a Medusa, cortándole la cabeza.
El héroe Belerofonte, hijo de Poseidón, encontró a Pegaso bebiendo de la fuente de Pirene, le puso una brida de oro y lo montó; con su ayuda venció y mató a la Quimera, otro de los monstruos mitológicos; también le ayudó en su lucha contra las amazonas.
A pesar de sus hazañas, Pegaso era modesto y por ello los dioses le dieron un lugar entre las estrellas, transformándolo en constelación, que aún puede verse en las noches de verano.

8.- Las erinias.-

Son tres temibles divinidades femeninas que nacieron de Gea, la tierra, fertilizada con las gotas de sangre del dios Urano, cuando su hijo Cronos lo mutiló.

Para los romanos eran las Furias, diosas de la venganza. Para evitar su terrible furia se las llamaba también las Euménides, o Bondadosas. Sus nombres reflejan su misión: Alecto, la incesante; Tisífone, la venganza; Megera, la cólera envidiosa. Incluso Zeus debe obedecer a sus leyes, lo mismo que a las Parcas y al Destino.

Se representan como ancianas o con cabeza de perro, de piel negra y vestido gris; a veces llevan alas de murciélago y su aliento y olor son insoportables. De su nariz fluye espuma venenosa y su voz es el aullido de un perro.

Residen en el Erebo, tinieblas infernales, donde atormentan a las almas de los muertos con sus látigos y las serpientes de su cabellera.

Representan también los remordimientos de conciencia y castigan en vida los crímenes familiares, sobre todo cuando no se respeta el honor de una madre.

Acosaron a Orestes cuando mató a su madre Clitemnestra para vengar a su padre Agamenón, asesinado por ella.

También persiguieron a Edipo, cuando se desterró de su patria Tebas, hasta llegar a Atenas.


9.- Equidna.-

Hija de dos hermanos, Ceto y Forcis, hijos a su vez del Mar y de la Tierra.  Por tanto, es producto de un incesto y debe purgar las malas acciones de sus padres.

Hasta la cintura es una bella diosa alada de brillantes ojos; desde la cintura es una serpiente venenosa de gran rapidez. Vive en Arima, en una cueva bajo una roca, lejos de dioses y hombres, ocupada sólo en devorar a los peregrinos que se cruzan con ella en su camino.

Su esposo es Tifón, hijo menor de la Tierra y el Tártaro (infierno). Sus hijos son terribles monstruos:

-         Hidra, serpiente acuática de muchas cabezas y aliento mortífero que habita en Lerna;

-         Cerbero, perro del infierno con tres cabezas y cola de dragón;

-         Quimera, cabra con cabeza de león y cola de serpiente y que arroja fuego;

-         Escila, monstruo marino con cuerpo de mujer y parte inferior  de seis perros que devoran a los marinos, que engendró con su propia madres a la Esfinge y al León de Nemea.

También se dice que Equidna es madre de los vientos huracanados, del dragón de Cólquide que guardaba el vellocino de oro y del águila que devoraba el hígado de Prometeo.

La leyenda dice que Heracles, al llegar a Escitia, perdió sus caballos mientras dormía; al salir a buscarlos se encontró con Equidna, que los había robado y le prometió devolvérselos si se unía a ella.

Heracles aceptó y tuvieron tres hijos, que dieron nombre a la raza de los escitas. Durante muchos años Equidna asoló la región, hasta que Argos, el de los cien ojos, la sorprendió durmiendo y la mató. Su sombra bajó a los infiernos, donde atormenta a los condenados.

10.- Quimera.-

Hija de Equidna y Tifón, tiene cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente y arroja fuego por la boca. Vive en la región de Licia, donde hay un volcán que lleva su nombre. 

El rey de Licia, Yóbates ordenó al héroe Belerofonte que le diera muerte porque devastaba el país y devoraba los rebaños. Un oráculo aconsejó a Belerofonte que pidiera ayuda al caballo alado Pegaso; lo encontró bebiendo en la fuente de Pirene en Corinto.

Cuando Belerofonte se enfrentó a Quimera puso en la punta de su lanza un trozo de plomo que se derritió dentro de las fauces del monstruo cuando echaba fuego y le produjo la muerte. 

La Quimera representa lo imposible, lo imaginado, lo fabuloso, lo incongruente.


11.- Esfinge.-

 En Egipto simboliza el dios del sol y representaba la autoridad del rey además de custodiar los templos y los sepulcros.

Los griegos le concedían un rostro de mujer, cuerpo de león, alas de ave. Fue fruto del incesto de su propia madre con uno de sus hermanos, Ortro, el perro de Geriones,  o bien Escila.

La diosa Hera envió este monstruo contra la ciudad de Tebas, en castigo del culpable pasado de su rey Layo. La Esfinge fijó su vivienda en el monte Ficio y desde allí asolaba la región porque proponía enigmas que nadie resolvía, y devoraba a sus víctimas.

La reina de Tebas, Yocasta, prometió el trono y matrimonio a quien lograra vencerla. Edipo, su propio hijo (aunque ninguno de los dos lo sabía), expulsado por su padre Layo al nacer, se presentó y la Esfinge le propuso:

¿Cuál es el ser que tiene cuatro patas por la mañana, dos al mediodía y tres por la noche?

Edipo respondió que era el hombre, que andaba a gatas de pequeño, con dos pies, al hacerse mayor y con un bastón al envejecer.

La Esfinge, vencida, se suicidó arrojándose al mar, porque su inteligencia había sido superada.

La esfinge significa la superación en cuanto a la inteligencia, sin tener en cuenta el físico de una persona.
 

12.- Unicornio.-

Las primeras representaciones del Unicornio aparecen en bajorrelieves asirios, de unos 2.400 años de antigüedad. Se asemeja a un caballo o macho cabrío de piel blanca, con pies de antílope, cola de león, ojos azules, barba de chivo y mugido grave. En la frente tiene un largo cuerno recto, blanco en la base y rojo en la punta.

Es enemigo del león y del elefante; es un animal pequeño pero feroz que puede matar a sus enemigos con un solo golpe de su cuerno.

Es el símbolo de la fuerza y la pureza. Se creía que tocando con su cuerpo la aguas turbias las volvía limpias. Beber de su cuerno protegía contra toda clase de enfermedades.


Es un ser huraño, muy veloz y difícil de capturar. Sólo puede ser domado y cazado por una virgen, porque ante ella pierde su fiereza y se vuelve tan manso que llega a poner su cabeza en manos de ella. Ella lo ata con un collar de oro y lo entrega a los cazadores.


En la Edad Media la relación entre la doncella y el animal se asociaba con el amor puro del caballero andante por su dama.

La captura y traición contra el Unicornio eran alegorías de la Pasión de Cristo, mientras que beber de su cuerno simbolizaba tomar el cáliz de la comunión. Así el cuerno es la esencia del Unicornio y representa salud, poder y vida.
       
Se puede relacionar el cuerno del unicornio con el cuerno de la abundancia de la mitología griega, que procuraba salud, abundancia e inteligencia a quien lo poseyera. 

13.- Fénix.-

Ave sagrada de origen árabe, relacionada con el culto al Sol, es símbolo de vida eterna y resurrección, puesto que cada quinientos años renace milagrosamente de sus propias cenizas. Muere por voluntad propia y de la muerte regresa a la vida. El Fénix es único en su especie (Fénix en árabe significa único).

Tiene aspecto de águila, con un collarín peludo; sus plumas son de colores relucientes, desde el oro al púrpura; sus alas son rojas como el fuego, su espalda azul celeste y su cola rosa y amarilla en bandas transversales.

Es un animal benévolo y espiritual; se nutre del aire y de gotas de incienso. Cuando siente el final de su vida, vuelve a los desiertos de Etiopía, donde nació, acumula plantas aromáticas, mirra, incienso, cardamomo y otras plantas aromáticas, se posa sobre ellas de cara al sol y extiende sus grandes alas, agitándolas hasta que atraen el fuego solar y el Fénix se consume en las llamas.

De la ceniza surge un gusano blanco que al segundo día ya ha adquirido forma de pájaro y al tercer día ya es el nuevo Fénix que recoge la ceniza de su padre, forma un huevo con ella, lo encierra en un tronco hueco de mirra y lo lleva a la ciudad de Heliópolis, en Egipto.

En el viaje es escoltado por otras aves que le rinden honores; cuando llega al templo del sol en Heliópolis, el Fénix entrega a un sacerdote el huevo sagrado, que es guardado solemnemente en el altar.  De este modo se considera el símbolo de la vida, representa el espíritu del Sol y para los astrólogos el comienzo del nuevo gran año o la revolución sideral.


14.- Lamia.-

Es un monstruo maligno que habita en los desiertos de África. Hasta la cintura es una mujer bella, pero la parte inferior son serpientes. Puede adoptar la forma de otros animales, asno, perro, cabra o vaca. No puede hablar, pero su voz melodiosa atrae a los viajeros, los seducen y los devoran. En griego lamia significa gaznate.

Su genealogía es divina, pues nació  de los amores de Zeus y Lamia, reina de Libia. Cada vez que la reina daba a luz un hijo, Hera, celosa, lo hacía perecer. La desdichada reina, tras perder a todos sus hijos, se escondió en una cueva y, desesperada, se convirtió en un monstruo que raptaba y devoraba a los niños de otras madres más afortunadas que ella.

Hera, para atormentar todavía más a su rival, la privó del sueño; Zeus, compadecido de ella le concedió la posibilidad de poder quitarse y ponerse los ojos cuando quisiera; cuando quería dormir, ponía los ojos en una bandeja a su lado, pero en esta situación era inofensiva y si alguien la capturaba podía sacar de su vientre los niños que había devorado vivos.

Lamia vagaba casi siempre sin dormir, acechando a los niños más pequeños, y se volvió tan cruel que su rostro se convirtió en una máscara horrible.

Por fin Lamia se unió a las Empusas, hijas de Hécate, que chupaban la sangre a los jóvenes mientras dormían.


15.- Sirena.-

        La Sirena es una criatura hechicera: tiene cuerpo y rostro de bella mujer, cabellera dorada que le cae sobre los hombros, y desde la cintura es un pez. Las Sirenas habían nacido del dios-río Aqueloo, cuando Heracles le quitó uno de sus cuernos de toro. También se dice que eran hijas de Aqueloo o Forcis con algunas Musas. 

Se dice que había seis sirenas: las sirenas homéricas eran                    -    Telxiepia la hechicera,

-         Agláope la de voz maravillosa y

-         Pisínoe la deslumbrante.

Las sirenas itálicas eran

-         Parténope la casta doncella,

-         Leucosia la diosa blanca y

-         Ligia la de voz aguda.

Una tocaba la lira, otra la flauta y otra cantaba. Vivían en una isla del Mediterráneo, en medio de prados verdes, rebosantes de flores.

Con su deliciosa música atraían a los navegantes y cuando los barcos se acercaban a las peligrosas costas rocosas y naufragaban, las sirenas devoraban a los desafortunados.

Si algún barco pasaba sin hacerles caso, ellas morirían. Odiseo (Ulises), decidido a oír sus peligrosos cantos, aconsejado por la maga Circe, ordenó a sus marineros que se taparan los oídos con cera y que le ataran a él al mástil.

Así lo hicieron y, aunque gritaba para que lo desataran, ellos no le oían y así se salvaron todos. Tras este fracaso las sirenas se precipitaron en el mar y quizá entonces adquirieron la cola de pez.

       También eran consideradas como mensajeras de la muerte, compañeras de Perséfone, la diosa del inframundo, esposa de Hades, con la misión de recibir a  las almas recién llegadas con sus dulces cantos y así atenuar la amargura de la muerte. Cuando alguien iba a morir, soñaba con alguna de las sirenas y poco después moría.

16.- Grifo.-
El grifo es el ave más grande que existe, con cabeza de águila dorada y cuerpo de león blanco. Es ágil, fuerte y de vista aguda; codicioso  y rapaz, cruel y  enemigo acérrimo del hombre y del caballo.
Al agitar sus alas levanta un viento capaz de derribar a una persona. Con sus poderosas garras pueden aferrar a un hombre totalmente armado e incluso a un toro que puede atrapar en pleno vuelo y les sirve de comida a ellos y a sus crías.
Vive 1.700 años. A los trescientos años de edad pone huevos, de los que nacen los polluelos al cabo de veinticinco años. En sus nidos, en las montañas más altas, tienen oro y joyas, además de sus crías y vigilan continuamente para que nadie se acerque a robar. Suelen vivir en los desiertos de la India y sólo salen cuando necesitan buscar alimento.
La mitología griega asociaba el brillo de su oro con el sol; por tanto el ave estaba consagrada a Apolo, dios del Sol, de cuya carroza tiraban a través del cielo.
El tesoro que guardaban era propiedad del dios. También se le asocia con Dioniso, dios del vino, cuya crátera de vino protegían.
Las garras de los grifos se buscaban y eran muy apreciadas,  para hacer con ellas copas, porque se creía que, si se vertía en ellas una bebida venenosa, las garras lo delatarían.
  
17.- Carnero de vellón de oro.-
El dios Poseidón se había enamorado de la princesa tracia Teófane; para apartarla de sus pretendientes, la llevó a una isla y, al salir ellos en su busca,  la convirtió en oveja para que no la reconocieran y él mismo se convirtió en carnero.
El hijo de estos amores fue un cordero con vellón de oro puro.  Atamante, rey de Beocia tenía dos hijos con Nefele: Frixo y Hele. Al morir Nefele, la segunda esposa de Atamante, Ino, que odiaba a los niños les culpó de la escasez de trigo para que fueran expulsados del reino.
Ella misma había convencido a las mujeres de Beocia de que tostaran el grano para que, al sembrarlo sus maridos, no germinase. Consultado el oráculo, y sobornados los sacerdotes por Ino, se dijo que los dos hermanos debían ser inmolados.
Ya en el altar, Zeus envió al cordero de oro en el que montaron los hermanos y huyeron por los aires. En el viaje, Hele cayó al mar que ahora se llama Helesponto, que separa Europa de Asia.
Frixo llegó solo a la corte del rey Eetes; sacrificó el cordero a Zeus y regaló el vellón de oro a Eetes, que lo consagró a Ares y lo colgó en la encina sagrada. El vellón daba prosperidad a todo el reino y curaba las heridas de los enfermos.
Los argonautas fueron a buscar el vellocino de oro para llevarlo de nuevo a Grecia y que diera prosperidad a los griegos.
         Se supone que el origen de la leyenda era que en las aguas de los ríos de la Cölquide, aparecían pepitas de oro, que se quedaban prendidas en la ropa que las mujeres lavaban en ellos.

18.- Minotauro.-

         Tenía cuerpo de hombre y cabeza de toro, gran fuerza y salvaje crueldad. Nació de la unión entre Pasífae, esposa del rey Minos de Creta y un toro blanco enviado por Poseidón, como muestra de su poder.

Furioso porque Minos no le había sacrificado el hermoso toro, Poseidón hizo que Pasífae se enamorara del animal; de esta unión nació el Minotauro.

Otra versión dice que Pasífae se enamoró del toro a causa de la maldición de Afrodita contra todas las mujeres de la estirpe de Apolo, porque éste había revelado a su esposo Hefesto sus relaciones con Ares.

Avergonzado Minos por la presencia del Minotauro, lo encerró en el Laberinto de Knosos, palacio construido por Dédalo, y donde nadie, excepto el constructor, lograba encontrar la salida.

El Minotauro se alimentaba de carne humana, por lo que cada nueve años se le sacrificaban siete doncellas y siete jóvenes atenienses, como tributo porque el hijo de Minos había sido asesinado en Atenas.

El héroe Teseo, hijo del rey de Atenas, se ofreció voluntario para formar parte del grupo de víctimas. Ariadna, hija del rey Minos, se enamoró de él y le ayudó dándole un ovillo para que los desenrollara desde la entrada del Laberinto y así lograra conocer la salida.

Teseo se enfrentó al Minotauro y consiguió arrancarle un cuerno con el que le atravesó el cerebro, única forma de acabar con él. Teseo se llevó a Ariadna consigo en su huída, pero la abandonó en una playa donde fue recogida por el dios Dioniso.

También le acompañó la hermana pequeña de Ariadna, Fedra, que, víctima de la maldición de Afrodita, al llegar a Atenas se enamoró del hijo de Teseo, Hipólito.

Al no conseguir su amor, se suicidó, culpando a Hipólito de intento de violación, por lo que Teseo lo desterró y el desgraciado joven murió al desbocarse los  caballos de su carro, asustados por un toro que Poseidón hizo salir del mar.

Llevado al palacio de Teseo ya  moribundo, las diosas Afrodita y Artemisa se presentaron ante Teseo y le explicaron lo sucedido: la causa de estas desgracias era la rivalidad entre ambas diosas. Afrodita por haber hecho que se enamorara Fedra de Hipólito y Artemisa, porque Hipólito era fiel a sus ritos, en los que no se permitía casarse a ninguno de ellos.

Con ello Hipólito se reconcilió con su padre Teseo antes de morir.

19.- Squonk.-

El Squonk es una criatura norteamericana con aspecto de sapo; la piel le cuelga en pliegues y está cubierta de verrugas y lunares.

Su rostro es triste y sus ojos hinchados de tanto llorar. Llora porque sabe que su figura es repulsiva; representa la tristeza y tiene un carácter intratable.

Camina sólamente  en la oscuridad para que nadie pueda verle, dejando un rastro de lágrimas y transmitiendo a los árboles del bosque sus gemidos.

Es imposible capturarlo porque, si alguien lo sorprende, empieza a llorar hasta que se deshace en lágrimas.

Una vez un cazador consiguió meterlo en una bolsa imitando la llamada de la hembra, pero al llegar a casa, encontró un mar de lágrimas y ni rastro del Squonk.

 20.- Kraken.-

Es un monstruo marino escandinavo con aspecto de dragón y muchos brazos y con una longitud de más de una milla.

Sus brazos son fuertes y largos y puede apresar incluso barcos enteros. Vive durmiendo en el fondo del mar; cuando despierta arroja tinta para enturbiar las aguas y amenazar a los marinos.

Origina remolinos con el movimiento de sus brazos. Sus cuernos son como mástiles de un barco y cuando los deja salir a la superficie del mar, quiere decir que ha despertado y está dispuesto a devorar todo cuanto encuentre a su paso, porque al despertar de su largo sueño, tiene un hambre feroz.

  
21.- Salamandra.-

Es originaria de Italia, cerca de los volcanes porque el fuego es su elemento natural. Por su aspecto es semejante a un lagarto negro y con manchas amarillas simétricas.

Después de las lluvias aparece junto a los caminos. Es como un pequeño dragón de temperatura tan fría que vive dentro del fuego, se alimenta de él, y forma en él capullos, de los restos de la muda de su piel,  que las mujeres indias deshacen para tejer con su hilo.


Para lavar estos tejidos hay que arrojarlos al fuego. Para los alquimistas, la salamandra es el espíritu del fuego.
 
 
22.- Pelícano.-
 
Es un ave de plumaje verde o amarillo, nunca blanco como el ave real. Es de origen egipcio y lo más destacable en él es su amor por sus crías, a veces, de tanto acariciarlas, las mata con el pico o las garras.
 
Pero entonces abandonan el nido durante tres días y al volver y ver a sus crías muertas se abren una herida con el pico y dejan brotar la sangre hasta que las crías reviven.
 
Cuando es la serpiente la que mata a las crías, mientras la madre va a buscar alimento, el proceso es el mismo. La imagen del pelícano es utilizada por la iglesia porque fue el símbolo de Cristo que con su sangre dio la vida a los hombres.
  
 
23.- Hormiga-León.-
 
En la Edad Media la hormiga-león o mirmeleón representaba la hipocresía por su doble imagen. Es hija de león y hormiga.
 
Las larvas fabrican hoyos en forma de embudo en la arena para cazar insectos y chupar su jugo, lanzando después el cadáver al exterior.
 
Asalta incluso a sus compañeras y las mata para quitarles la comida. Es un animal perezoso, por eso roba. Tiene vida corta, porque nunca encuentra comida apropiada a su doble naturaleza de carnívora y herbívora.
 
 
24.- Fenrir.-
 
Loki, el malvado dios nórdico tuvo tres hijos con una ogresa, y uno de ellos era el lobo Fenrir.
 
De pequeño los dioses le permitieron vivir con ellos en la morada celestial de Asgard, pero, al hacerse mayor,  se convirtió en una bestia feroz pues se comía todo animal vivo que podía encontrar  y fue expulsado de Asgard.
 
Además, una profecía decía que Fenrir causaría un terrible mal a los propios dioses. Odín mandó encadenarlo, pero el animal rompió las cadenas.
 
Entonces, los Gnomos dieron a los dioses unas cadenas mágicas que tenían aspecto de hilo de seda que engañaron a Fenrir y se dejó atar con este hilo.
 
Al otro extremo del hilo ataron una gran roca que hundieron en la tierra; en las fauces de Fenrir ataron una espada para que no pudiera gritar ni morder y así siguió el temible lobo por  toda la eternidad




25.- Quetzalcoatl.-

 

La serpiente emplumada fue uno de los dioses benéficos más importantes de los aztecas. El nombre significa pájaro exótico de cola emplumada + serpiente.

 

En Méjico y América Central fue venerado como estrella de la mañana, dios de los vientos, del sol y del cielo, y en su honor se levantaron grandes templos, pirámides y la ciudad sagrada de Cholula.

 

Su madre Coatlicue, diosa de la tierra, estaba un día rezando y se puso junto al pecho una pluma caída del cielo, quedó encinta y nació Quetzalcoatl, que, a medida que crecía, iba adquiriendo bondad y sabiduría.

 

Estas cualidades provocaron la envidia del malvado  Tezcatlipoca, dios de todas las contradicciones, de la alegría y de la discordia, de la prosperidad y de la destrucción, que ofreció a Quetzalcoatl vino.

 

Éste se embriagó e invitó a su hermana a embriagarse también; estando ebrios se amaron hasta que se dieron cuenta de su pecado, y entonces hicieron una pira junto al mar, se despidieron de sus gentes y se arrojaron a la pira.

 

De sus cenizas salieron gran cantidad de pájaros y el corazón se fijó en el cielo como estrella de la mañana.

 

La leyenda decía que volverían para salvar a su tierra. Los indígenas, creyeron que era él, cuando vieron llegar del mar a los españoles, compañeros de Hernán Cortés, en barcos, que les parecían casas flotantes.

 

Cortés aprovechó su condición de “dios”, para conquistar las tierras mejicanas.
 


26.- Centauros.-


Son seres con la parte superior de su cuerpo como un hombre y la parte inferior como un caballo; son de origen asiático y la mitología india los llama Gandharvas, dioses velludos como monos cuyo nombre significa nubes y hombres caballo que galopan alrededor del sol.


Según la mitología griega, el primer centauro nació de una nube y del tesalio Ixión, hijo de Ares, dios de la guerra. Ixión se había enamorado de Hera e intentó seducirla, pero Zeus le engañó formando una nube, Nefele, semejante a Hera.


De esta unión nació Centauro. Este primer Centauro se juntó con las yeguas de Pelión y constituyó la raza de los centauros que habitaban los bosques y montes de Tesalia.

Se alimentaban de carne cruda, llevaban arcos y flechas y sus costumbres eran crueles y salvajes. Hubo algunos centauros sabios y prudentes como Quirón y Folo, amigos de la raza humana. 


La leyenda de los centauros está ligada a otras leyendas, por ejemplo a la de Atalante, doncella cazadora, como su protectora, laa diosa Artemisa.


Un día los centauros Hileo y Reco la persiguieron y quisieron violarla. Como ella les aventajaba en la carrera, incendiaron los bosques para atraparla, pero ella, con la ayuda de Artemisa los mató con sus flechas.


El episodio más conocido de los centauros es su lucha con los lapitas. Piritoo, hijo de Ixión y rey de los lapitas, había invitado a los centauros a su boda. Al embriagarse intentaron violar a la esposa de Piritoo, Hipodamia, y raptar a las demás mujeres. En la lucha vencieron los lapitas que expulsaron definitivamente de Tesalia a los centauros.



27.- Sátiros.-

Los sátiros griegos, Faunos, Silvanos o Panes para los romanos, eran unos genios libertinos de la Naturaleza. Eran seres mitad hombre y mitad macho cabrío, muy velludos.


Tenían pequeños cuernos, nariz aguileña y orejas puntiagudas, el rostro barbudo, lleno de arrugas y con un gesto de astucia. Vagaban por los bosques y campos llevando unos palos donde enrollaban hiedra y ensartaban una piña.


Perezosos por naturaleza pasaban gran parte del día durmiendo. Si alguien les molestaba, lo atemorizaban con gritos espeluznantes. Solían acompañar a los dioses, en especial a Dioniso, en las procesiones.

Tocaban la flauta, bailaban desenfrenadamente y se emborrachaban continuamente; también participaban en las orgías de las ninfas y ménades y su placer favorito era perseguirlas. Por su aspecto, dieron origen en la Edad Media a la imagen del Diablo.

Además de simbolizar el libertinaje, se les consideraba guardianes del campo. Los campesinos los veneraban y ofrecían sacrificios de sus ganados y cosechas.

Hubo algunos sátiros famosos como Sileno, hijo del dios Pan y una ninfa. Sileno había sido maestro de Dioniso y poseía gran sabiduría, que no quiso revelar a los humanos. Una vez fue capturado borracho por el rey Midas y le dio sabios consejos. A Sileno se le atribuía la paternidad del centauro Folo, cuya madre era la ninfa del fresno.

Otro sátiro, Marsias, inventó la flauta de doble tubo. Creyendo que su música era la mejor del mundo quiso rivalizar con Apolo. Hicieron una competición y ganó Apolo con su lira, quien se vengó cruelmente de Marsias colgándole de un árbol y desollándole vivo junto a un río que lleva su nombre.
 
 
 
28.- Basilisco.-
 
Es un temible reptil de unos quince cms. El primer basilisco nació de la sangre de Medusa, que le dejó la herencia de petrificar con la mirada.
 
Tiene cuerpo de gallo hasta la cintura, y el resto de serpiente, con rayas blancas. Tiene patas de gallo, cola en forma de lanza y grandes alas amarillas.
 
Siempre lleva la cabeza erguida a pesar de que se mueve reptando. Su nombre significa rey y es la más temible de las serpientes venenosas. En la cabeza lleva un repliegue en forma de corona y su presencia hace huir a todos.
 
Nace del huevo puesto por un gallo viejo e incubado por un sapo durante nueve años. Vive en el desierto y por donde pasa mueren animales y plantas porque exhala un veneno por la piel que desertiza la tierra e infecta el agua y el aire.
 
Echa fuego por la boca, silba y lanza veneno al moverse. Sólo hay un animal capaz de matarlo, la comadreja; también lo mata el canto del gallo.
 
El hombre puede librarse de él poniendo un espejo que devuelve el veneno y la mirada al basilisco y lo mata.
 
  
29.- La cierva de Cerinea.-
 
Siendo niña Artemisa, diosa de la caza vio en el monte Liceo cinco hermosas ciervas de gran tamaño con patas de bronce y cuernos de oro. Se encaprichó de ellas y cazó cuatro que unció a su carro; la quinta huyó y se refugió en el monte de Cerinea por orden de Hera para que sirviera de prueba a Heracles.
 
La cierva estaba consagrada a Artemisa y llevaba un collar que lo decía, por tanto estaba prohibido cazarla o matarla.
 
Heracles la persiguió durante un año entero. No logró alcanzarla porque era muy veloz, pero, cansada, se refugió en el monte Artemisio.
 
Heracles le disparó a las patas delanteras en el tendón para que no se derramara sangre y así no ser castigado por Artemisa, y la capturó.
 
La llevó a Micenas, ante el rey Euristeo que le había mandado cazarla. Artemisa le culpó de haber herido a un animal sagrado, pero Heracles descargó su responsabilidad en Euristeo y la diosa no le castigó.
 
30.- Escila.-
 
Monstruo con aspecto de perro, hija de Equidna y Tifón. Según el poeta latino Ovidio, Glauco, un dios del mar, enamorado de Escila, rechazó a la maga Circe; la hechicera, furiosa, se vengó de su rival arrojando hierbas mágicas en la fuente donde Escila se bañaba.
 
Enseguida se convirtió en un monstruo con cola de pez y la mitad inferior de su cuerpo eran seis perros rabiosos con doce pies y tres filas de dientes que devoraban todo lo que tenían a su alcance.
 
Otra leyenda cuenta que Escila, enamorada de Glauco, había rechazado a Poseidón, que la castigó convirtiéndola en monstruo.
 
En otra versión de la leyenda, se dice que Anfítrite, esposa de Poseidón y celosa de la joven, le había pedido a la maga Circe que la transformara.
 
Escila se refugia en el estrecho de Mesina, en la costa italiana, sobre un risco. Desde allí atrae a los marinos, destroza sus huesos y los devora. Frente a ella, en otro risco, reside Caribdis, su compañera, también monstruosa, que traga grandes cantidades de agua, con barcos incluidos, y después las escupe.
 
Cuando Ulises atravesó el estrecho de Mesina con su nave, se acercó demasiado al risco de Escila; queriendo evitar a Caribdis, los perros cogieron a seis de sus compañeros y los devoraron.
 
Finalmente fue Heracles quien mató a Escila; cuando cruzó Italia Escila devoró sus bueyes y él la mató, pero su madre Equidna, por arte de magia, le devolvió la vida.





31.- Cerbero.-
 Era hijo de Equidna y Tifón, guardián del Hades para impedir el paso a los seres vivos y la salida a los muertos.

Es un perro de tres cabezas, cola de dragón y serpientes en el lomo. Cuando llegan las almas al Hades, las muerde para asustarlas, por lo que en el féretro se ponen tres pasteles de miel para las tres bocas de Cerbero.


Orfeo logró encantarlo con su lira cuando iba en busca de Eurídice, muerta por picadura de serpiente el mismo día de su boda.


Uno de los doce trabajos de Hércules fue traerlo vivo a la tierra; Hermes y Atenea le escoltaron y Hades le permitió llevárselo con la condición de no herirlo.

 Heracles lo sometió lanzando su piel de león para aferrarlo. Cuando Cerbero vio la luz del sol echaba veneno por la boca que al caer en tierra se convirtió en la hierba del acónito.
Cuando Heracles llegó ante Euristeo, que le había mandado traerlo, por consejo de Hera, éste, atemorizado, le mandó que lo devolviera a los infiernos.


 32.- La Hidra de Lerna.-
Es una serpiente acuática, hija de Equidna y Tifón, con nueve cabezas humanas, que tienen un aliento que pudre el aire y el agua que tocan y asola los campos y se traga los ganados.
Cuando se le cortaba una cabeza le crecían dos. Además la cabeza central, de oro, era indestructible. Hera había alimentado al monstruo debajo de un plátano en la región de Lerna para que sirviera de prueba a Heracles.
Fue su segundo trabajo; Hera envió en ayuda del monstruo un enorme cangrejo que clavaba sus pinzas en los tobillos del héroe, pero murió aplastado por éste.
En compensación por su muerte, Hera lo convirtió en constelación, la constelación de Cáncer, que aún puede verse en el cielo.
Finalmente Heracles tuvo que pedir ayuda a su sobrino Yolao, que iba quemando con una antorcha  la herida de cada cabeza de la Hidra que iba cortando Heracles.
 Consiguió cortar la cabeza inmortal gracias a ser hijo de Zeus. Enterró la cabeza y le puso una enorme roca encima; después empapó sus flechas con la sangre de la hidra, para hacerlas mortíferas a sus enemigos.


Iniciamos una nueva serie de historias, siguiendo las preferencias de Eder. Trataremos ahora de personajes legendarios, que podrían haber existido y, gracias a sus hazañas, se hicieron famosos, llegando a ser héroes e incluso dioses.

1.- Gilgamesh y Enkidu
Gilgamesh era un rey de Babilonia, que gobernó en la ciudad de Uruk, actual Warka, en Iraq. El rey era un déspota y los ciudadanos no estaban nada contentos con él, por lo que rezaron a sus dioses para que los librara de su rey.

 


Los dioses escucharon las oraciones y enviaron a un hombre fuerte y medio salvaje, llamado Enkidu. Éste retó a Gilgamesh a una lucha sin tregua, es decir, que no debía terminar hasta la muerte de uno de los dos luchadores. Como lucharon durante un día entero y ninguno llegaba a vencer al otro, decidieron darse la mano y se hicieron grandes amigos.


Decidieron viajar juntos y compartir numerosas aventuras, en las que se enfrentaron con animales salvajes y bestias peligrosas, saliendo siempre vencedores.
Cuando regresaron a Uruk, la diosa Astarté, protectora de la ciudad, declaró que quería para ella al héroe Gilgamesh. Pero él la rechazó y la diosa, muy enfadad, decidió enviar al Toro del Cielo, para que destruyera la ciudad de Uruk.
Los dos amigos Gilgamesh y Enkidu lucharon contra el toro y consiguieron matarlo. Como castigo por participar en esta hazaña, los dioses condenaron a muerte a Enkidu.
Gilgamesh, para tratar de salvar a su amigo, recurrió al sabio Utnapishtim, para que le descubriera el secreto de la inmortalidad. Y el sabio le contó la historia de una gran inundación, y que la planta que da la inmortalidad estaba en el fondo del mar.
Gilgamesh se sumergió en el mar y consiguió la planta, pero los dioses no podían permitir que un hombre los venciera y enviaron una serpiente que robó la planta al héroe. Éste tuvo que volver a Uruk y no pudo salvar la vida de su amigo.
Esta historia se cuenta en un poema sumerio, escrito en caracteres cuneiformes, es decir, en forma de cuña, sobre doce tablillas de arcilla, y está fechado alrededor del año 2000 antes de nuestra era.
2.- Cú Chulainn, héroe irlandés
Dechtera, hermana del rey del Ulster Conchobar, tiene un bebé, al que los druidas quieren educar. Los druidas son los sabios de los pueblos de cultura celta.
Su jefe Morann dice que el niño será sabio, buen guerrero, honrado y amado por todos, pero que vivirá poco tiempo. Dechtera pone a su bebé el nombre de Setanta.
Al cumplir los 7 años, Setanta va la corte de su tío Conchobar y mata a un perro que no le deja pasar. En compensación, toma el nombre de Cú Chulainn, el perro de Culain, que era el nombre del portero del palacio.
Viviendo en el palacio de su tío, éste le regala sus armas y su carro de guerra, para que se ejercite en las clases de ejercicios militares y le ayude después a proteger las fronteras del Ulster contra los enemigos.
La primera batalla se da en el castillo de Nechtan, donde Cú Chulainn vence al rey y a sus tres hijos, tomando el territorio para el reino de su tío.
Tras varias hazañas parecidas, el consejo del rey Conchobar decide que Cú Chulainn debe casarse. El joven se fija en Emer, la hija del rey de Luglochta Loga, que no quiere dejar a su hija casarse con Cú Chulainn, porque quiere casarla con el rey de Munster.
 Cú Chulainn realiza varias hazañas guerreras, entre las que destaca su lucha con la maga Aoife, a la que vence y perdona la vida, a cambio de la paz.
Pero todavía no le permiten casarse con Emer y Cú  Chulainn decide raptarla y casarse con ella, cuando llegan al palacio de su tío Conchobar en Emain.
El palacio tenía tres casas:
-         la casa real, donde vivía Conchobar, de oro y plata;
-         la casa moteada, para guardar las armas de los héroes;
-         la casa de la rama roja, donde se guardaban las armas de los enemigos vencidos y los escudos de los 365 caballeros de Conchobar, que tenían que tener un dibujo distinto cada uno.
Cada día del año tenía que poner la cena uno de los caballeros. Si alguno faltaba perdía el talento y la destreza.
Cú Chulainn ayuda a su tío en las guerras con los reyes fronterizos, que tienen que hacer un trato con él, para que no mate a tantos hombres en la batalla.
Al fin, muertos los mejores guerreros, envían a Ferdiad, hijo de Daire, para retar a Cú Chulainn. Ambos eran amigos desde niños y, cuando Cú Chulainn vence y mata a su amigo, llora de pena.
Una maga le predice que morirá pronto. Cú Chulainn va a casa de su madre Dechtera para despedirse de ella y desde allí va a su última batalla contra Lugaid, que le hiere de muerte.
Al final de la leyenda, su amigo Connal reúne al ejército y vence a las provincias de Irlanda, que quedan bajo el domino del Ulster.
 
3.- Habis, rey de Tartessos
         Tartessos era la región más rica del sur de la Península Ibérica y de todo el mundo mediterráneo. Uno de sus reyes, Gárgoris, se enamoró de una de sus hijas y se casó con ella.
         El hijo que tuvieron se llamó Habis y, como era hijo de una relación no permitida, al nacer, Gárgoris decidió abandonar al bebé en una colina cercana, junto a la guarida de leones, para que lo mataran y nadie volviera a saber nada del niño. Pero las leonas adoptaron al niño y lo criaron como hijo suyo y lo protegieron.
         El rey Gárgoris, al saber que el niño no había muerto, intentó matarlo de otras formas. Primero provocó una estampida de vacas, para que aplastaran al niño, pero el niño se refugió entre sus padres adoptivos, los leones, y se salvó.
         Después, Gárgoris envió una manada de perros y cerdos hambrientos, para que devoraran al bebé, pero tampoco consiguió su propósito, porque de nuevo los leones lo protegieron.
          Por tercera vez intentó matarlo, ordenando que lo echaran al mar, pero el mar lo devolvió a la playa. Allí lo encontró una cierva, que lo adoptó como hijo suyo y Habis creció con ella, aprendiendo a cazar y a defenderse de posibles ataques de su abuelo o de otros animales.
          Al crecer, Habis se convirtió en bandolero, cuya habilidad para robar y no ser capturado empezó a hacerse famosa. Hasta que un día cayó en una trampa de un grupo de campesinos, a los que había robado en numerosas ocasiones, y fue capturado.
         Los campesinos admiraban al joven por su valentía, pero consideraron que debían denunciarlo ante la corte del rey, que siempre ordenaba a todos sus súbditos la honradez y la justicia.
         Al presentarlo ante el rey, Gárgoris reconoció a su nieto, porque era la viva imagen de su joven madre, que había muerto en el parto. El rey explicó a todos lo que había sucedido y convirtió a Habis en su heredero.
         Habis llegó a ser rey, cuando murió su abuelo, y fue querido y considerado por todos, por su justicia y su bondad, además de por su sabiduría, puesto que inventó el arado para mejorar el trabajo agrícola y escribió unas leyes, las primeras de Tartessos y las primeras conocidas en la parte oeste del Mediterráneo.
         Dividió la sociedad en siete clases y prohibió los trabajos serviles a la clase superior, con lo que empezó a formarse una pequeña aristocracia, que ayudaba al rey en las tareas de gobierno.
         El sucesor más famoso de Habis fue el rey Argantonio, famoso por su sabiduría, su justicia y su riqueza.
 
4.- Safo de Lesbos
      
En la preciosa isla de Lesbos, en el Mediterráneo, cerca de la actual Turquía, nació hace muchos años una mujer, que sería la más famosa poetisa del mundo antiguo.
 Era el s. VII antes de nuestra era, exactamente el año 650. Su familia era de la alta aristocracia y eso les hizo huir a Siracusa, en Sicilia, por revueltas contra la aristocracia, cuando la poetisa contaba 47 años.
 
Siendo bastante joven fundó una escuela para jóvenes nobles a las que preparaba para el matrimonio, aunque, en realidad, las preparaba artísticamente, para que supieran defenderse en la vida, sin necesidad de que un hombre las mantuviera o las protegiera.
La escuela se llamaba “Casa de las servidoras de las Musas” y allí las alumnas aprendían a recitar poesía, a cantar, a tejer coronas de flores... Todo esto ante la sociedad, porque en verdad aprendían matemáticas, astronomía, economía y otras materias que les servirían para su vida, cuando salieran de la escuela y posiblemente de la isla. 
La poetisa era una mujer delicada, espiritual y femenina.
Safo se dedicaba en sus horas libres a escribir poesía lírica, dedicando algunos de sus poemas a sus alumnas y, sobre todo, a la diosa Afrodita, diosa del amor, con la que mantenía conversaciones, pidiéndole que la ayudara con la persona que ella amaba.
No sabemos si era una de sus alumnas o se refiere a algún enamorado.
 Lo que sí está documentado es que Safo estaba casada, y tenía una hija, a la que dedicó sus mejores poemas, enseñándole a unir el amor terrenal con el divino.
  La leyenda le atribuye un amor con Faón, un hombre tan guapo que la propia diosa Afrodita se había enamorado de él. Pero Faón no correspondió a ninguna de las dos, ni a la diosa ni a la poetisa, y Safo se suicidó, arrojándose al mar desde la roca llamada Léucade.
Desde esta roca se lanzaban los enamorados para suicidarse. Según otra versión de la leyenda, Safo escribió esta historia para contar una decepción amorosa que ella sufrió, porque había llegado más allá de la edad madura y ya no era capaz de amar.
         La escuela regentada por Safo en Lesbos, dio nombre a un tipo de relación en la que las mujeres se amaban entre ellas, sin admitir relaciones con hombres.
 
5.- Leyenda de Izanagi e Izanami
         El dios Izanagi y la diosa Izanami crearon las catorce islas del Japón. Se les atribuye también la creación del mundo y de los otros dioses.
         Para empezar, removieron con su lanza el océano y, al caer una gota de agua, se formó la isla de Onokoro. Los dos dioses bajaron a la isla y se quedaron a vivir allí. Se casaron y fueron formando otras islas, así como otros dioses, como hijos suyos, el mar, la tierra, el viento y la lluvia. Su último hijo fue el fuego. Al nacer el fuego, murió Izanami.
Izanagi, desesperado, bajó al país de Yomi, en el reino de los muertos. Ella había comido alimentos infernales y no podía salir. Izanagi vio que su esposa estaba cadavérica y además no lo reconoció y consideró que él iba a raptarla, por lo que intentó evitarlo por todos los medios, y que él pasara, como ella, a formar parte del mundo de los muertos, aunque no lo consiguió.
Primero mandó a los demonios que mataran a su marido, pero él tiró el sombrero y creció una vid. Los demonios se comieron todas las uvas de la vid. Cuando siguieron persiguiéndole, él tiró su peine y crecieron cañas de bambú. También esta vez los demonios se comieron los brotes.
Cuando Izanagi consiguió salir de allí, sin ella, cerró la entrada con una roca. Izanami, furiosa, prometió matar cada día a mil hombres de Onokoro, para que le sirvieran de compañía en el mundo subterráneo.
Izanagi dijo que él haría nacer cada día mil quinientos niños. Cuando Izanagi se lavaba los ojos en un río, vio nacer de sus dos ojos a Amaterasu, diosa del sol y a Tsukiyomi, diosa de la luna. Luego se lavó la nariz y nació Susanoo, dios del trueno y la tempestad. Así tuvo que completar la creación de los demás dioses sin ayuda de su esposa muerta.
6.- Historia de Orfeo y Eurídice
    
Orfeo era hijo de Apolo y fue considerado el mejor músico del mundo. Apolo le había regalado una lira y con ella encantaba de tal forma a todos los seres vivientes, que las plantas crecían, los animales estaban en concordia unos con otros y el mundo parecía feliz.
 Un día Orfeo conoció a una preciosa ninfa, llamada Eurídice y se enamoró de ella. Enseguida prepararon la boda y se casaron entre canciones que entonaban todos los seres de la Naturaleza.
Pero el mismo día de la boda, Eurídice, que paseaba por el bosque, se dio cuenta de que la perseguía Aristeo, un famoso apicultor. Ella echó a correr y pisó una víbora, que la mordió en un pie; como seguía su carrera, el veneno se extendió rápidamente y pronto cayó muerta.
Orfeo se quedó desconsolado y dejó de cantar y de tocar su lira. La Naturaleza se quejó de ello y ya no crecían las plantas y los animales empezaron a devorarse unos a otros. Los dioses decidieron tomar cartas en el asunto, así que permitieron a Orfeo que fuera a buscar a su esposa al reino de los muertos.
  Eurídice había tomado unos granos de granada, por lo que no podía salir de allí. Orfeo entonó su más hermosa canción y convenció a los dioses del mundo subterráneo, Hades y Perséfone, para que dejaran salir a Eurídice. Ellos lo permitieron, pero con una condición: No debía mirarla hasta que no llegaran a la luz, al mundo de los vivos.
Ya estaban a punto de llegar al mundo de los vivos, cuando Orfeo se volvió a mirarla y ella cayó definitivamente en el mundo de las sombras.
 Ya no hubo consuelo para él y dejó de cantar y de componer poemas. Las mujeres de Tracia, donde vivían, enfadas porque no se fijaba en ninguna de ellas, lo lapidaron y le cortaron la cabeza.
La cabeza del músico fue llevada por la corriente del río Hebro hasta la isla de Lesbos, donde se quedó enlazada. Los habitantes de la región la enterraron y se dice que, desde entonces, empezaron a nacer en Lesbos los mejores poetas del mundo, como lo demuestra el nacimiento en la isla de la poetisa Safo.
   
Por su parte, Aristeo, que había provocado la muerte de Eurídice, fue castigado por los dioses a perder sus colmenas, hasta que realizó un sacrificio de un buey, al que tuvo que dejar en el monte durante un mes.
Cuando volvió, del cadáver del buey empezaron a salir nuevas abejas, con las que pudo volver a su oficio de apicultor.

  
7.- Historia de Beowulf
        
En el s. VI de nuestra era, vivió un héroe anglosajón llamado Beowulf. Es el tema de la obra más antigua de la literatura anglosajona.
 
Beowulf era escandinavo y su gran mérito fue combatir contra varias bestias demoníacas, y, sobre todo, vencer a un monstruo llamado Grendel y a su madre, así como a varios reptiles marinos.
 
Cuando tenía 88 años, murió al intentar matar a un reptil volador, de 50 pies de longitud.
 
El monstruo llamado Grendel era un animal llamado Muthbona, es decir, uno que mataba con su mandíbula. Su piel era impenetrable a la espada o cualquier arma afilada, y caminaba de pie como un humano.
 
La primera vez que Beowulf se enfrentó con Grendel, consiguió arrancarle un brazo, que también era parecido a un brazo humano, pero mucho más corto.
 
Más terrible que el propio Grendel era su madre, y un dragón al que sólo consiguió vencer en una lucha en la que ambos contendientes murieron.
        
El poema en que se cuentan las aventuras del héroe Beowulf está dividido en tres partes:
 
La primera es el combate contra Grendel.-  
 
Hrothgar, rey de los daneses tenía un hermoso palacio en Heorot, que se había convertido en el territorio de caza del demonio Grendel. Cuando Beowulf se enteró, se presentó en Heorot y combatió contra Grendel.
 
Consiguió matarlo y lo partió en trozos. Todos los habitantes del palacio hicieron una fiesta para celebrarlo.

 

La segunda, el combate contra la madre de Grendel.-  

 

Pero la fiesta se interrumpió bruscamente, cuando apareció la madre de Grendel, otro demonio, del que no conocemos el nombre. Llena de rabia y dolor por su hijo muerto, mató a varios de los asistentes a la fiesta.

 

Cuando se marchó, Beowulf la siguió hasta un lago, descendió con ella hasta lo más profundo de sus aguas, donde encontró una espada, y con ella mató a la madre de Grendel.

 
La tercera y última es el combate contra el dragón.-  
 
Beowulf pasó muchos años sin acordarse de los demonios a los que había eliminado. Ahora era rey de su pueblo y ya anciano, cuando apareció un dragón que empezó a devastar su tierra.
 
Beowulf se vio obligado a enfrentarse contra el dragón y lo derrotó, pero había recibido una herida mortal.
El poema termina con la muerte del héroe.
 
 
8.- La maldad de Loki
 
Loki, dios escandinavo del fuego y la destrucción, aprovechando la ausencia de Tor, dios del trueno, entró en su casa. Sif, la esposa de Tor, estaba dormida y Loki le cortó la melena.
 
Tor, enfadado, quiso matar a Loki, pero éste prometió que los enanos fabricarían una cabellera de oro para Sif, que crecería como si fuera natural. Los enanos dieron a Loki la cabellera, y además, una lanza que no erraba nunca el blanco y una barca que llegaba siempre a su destino, y que era plegable.
 
Loki encontró en su camino a los enanos gemelos, Brook y Sindri, y los retó a que hicieran algo igual. Ellos hicieron un jabalí de oro, un anillo que se reproducía 8 veces cada 9 noches, y un martillo de hierro, que tenía el mango muy corto, pero no fallaba nunca y volvía a las manos de su dueño, reduciéndose de tamaño hasta caber en un puño cerrado.
 
Ante los dioses Tor, Odín, dios de la guerra y Freyr, dios del matrimonio, presentaron sus regalos, Loki y Brook. Los dioses prefirieron el martillo de hierro, así que la apuesta la ganaron los enanos.
 
Loki trató de engañarlos de nuevo, cuando Brook quiso cortarle la cabeza, dijo que daba su cabeza, pero no su cuello. Al fin Tor se quedó con la cabellera para su esposa y con el martillo, y Loki con lo demás.
 
Loki también fue causante de la muerte de Bálder, dios de la luz, hijo de Odín. Bálder soñaba que alguien quería matarlo y estaba preocupado.
 
Odín fue a la tierra de los muertos, Niflheim, a ver a la vidente Volva, que aseguró que Bálder moriría pronto a manos de Hólder, su hermano ciego.
 
Odín se lo contó a su esposa Frigg, que hizo prometer a todos los seres del mundo que no harían daño a Bálder, pero se olvidó del muérdago.
 
Loki lo adivinó y cogió una rama de muérdago, la afiló y se la lanzó a Balder. Lo mató. Frigg envió a su otro hijo Hermod ante la diosa de los muertos, Hel, que dijo que permitiría que Bálder viviera si todos los seres le lloraran.
 
Pero Loki no quiso llorar por el joven, y Bálder no pudo volver a la vida. Los dioses decidieron que tenía que recibir su castigo y lo capturaron cuando se había convertido en salmón, para escapar al castigo por su maldad.
 
Llevaron a Loki a una caverna y lo ataron con tres piedras, poniendo encima una serpiente que destilaba su veneno sobre su cara. Su mujer Sigyn podía estar junto a él con una copa para recoger el veneno.
 
Pero cuando se escapaba alguna gota, Loki sufría y producía los terremotos.
 
9.- El héroe Sigfrido.-
La historia empieza cuando Siegmund y Siglinde se encuentran en una cabaña del bosque. Son hermanos mellizos, pero no lo saben, ni se conocen, porque fueron separados al nacer.
Siegmund fue con su padre terrenal, porque su padre verdadero era el dios Wotan. Fueron perseguidos por una tribu enemiga, que había exterminado a toda su familia, los wolsungos. Ambos huyeron a los bosques, hasta que el padre es asesinado y Siegmund se queda solo.
 Por su parte, Siglinde y su madre, que se habían salvado de la matanza de la familia de los wolsungos, sufrieron la misma suerte que ellos: la madre fue asesinada y Siglinde fue obligada a casarse con un hombre brutal, Hunding, que la llevó a su cabaña del bosque.
El día de la boda, Siegmund, viendo que llevaban a la novia contra su voluntad, peleó contra toda la familia de Hunding y mató a muchos de ellos, pero, al final, herido, tuvo que huir.
En su huída fue a para a la cabaña de Hunding, donde Siglinde le dio hospitalidad, sin reconocerlo. Enseguida se enamoran.
 Al volver a la cabaña Hunding, reconoce a su enemigo, pero, como le han dado hospitalidad no puede matarlo. Le da de plazo la noche, para que descanse, y le dice que debe irse al amanecer. Durante la noche, los dos hermanos, aún sin reconocerse, deciden huir juntos.
Pasado un tiempo, Sieglinde se queda embarazada. Wotan ordena a su hija, la walkirya Brünhilde, que haga morir a Siegfried en el combate y después lo lleve al Walhalla, como guerrero especial, para que luche con otros guerreros en el ocaso de los dioses, en su lucha contra los gigantes.
También le ordena que no deje vivir a Siglinde, pero Brünhilde cumple la primera parte, hacer morir en la batalla a Siegfried, pero se compadece de Siglindee y la deja vivir hasta que dé a luz a su hijo. Este hijo es Sigfrido, el héroe de la mitología germánica.
El enano Mim trabajaba en su forja soldando la espada Notung, que pertenecía al padre de Sigfrido. Sigfrido necesitaba la espada para apoderarse del anillo mágico de los Nibelungos, enanos que poseían toda la riqueza del mundo subterráneo.
El anillo, que daba a su poseedor poder sobre todo el mundo, estaba guardado por Fafner, el dragón que lo custodiaba. El dios Wotan, disfrazado de peregrino entró en la forja de Mim y le dijo que la espada sólo podía ser reparada por alguien que no conociera el miedo y que esa misma persona le cortaría la cabeza.
Sigfrido fue a la forja y decidió reparar él mismo la espada y se fue a luchar contra el dragón Fafner. Mim lo acompañaba y decidió junto con su hermano Alberico que, si Sigfrido vencía al dragón, le darían un brebaje mortal.
Sigfrido mata al dragón. Una gota de sangre le cayó en un dedo. Se lo llevó a la boca y empezó a comprender el lenguaje de los pájaros. Un pájaro le dijo que cogiera el anillo de los Nibelungos de la cueva, y también un casco mágico que le permitiría tomar cualquier forma; además le advierte de las intenciones de Mim y Alberico.
 Sigfrido mata a Mim. El pájaro también le dijo que la hija de Wotan, Brünhilde, dormía sobre una roca rodeada de llamas, castigada por haber salvado a los padres de Sigfrido, Siegmund y Siglinde, cuyo matrimonio no quería Wotan;
 Si lograba despertarla, sería suya. Sigfrido llegó a la roca, atravesando el anillo de fuego y despertó a Brunilda, que se fue con él. Como regalo le dio el anillo de los Nibelungos, sin saber que sería su perdición.




10.- El príncipe Iván y el pájaro de fuego.-

 

El príncipe Iván era un cazador muy bueno, pero demasiado temerario. Un día, en el bosque, vio una cascada de agua y se paró a beber; cerca de la cascada había un manzano con manzanas de oro.

 

Ya iba a coger alguna manzana, como recuerdo, porque Iván era una príncipe muy rico y no necesitaba el oro de las manzanas, y además, pensó que quizá llegaría allí alguien que lo necesitara más que él, cuando vio sobre una rama del árbol un pájaro con plumas de color fuego.

 

         Como Iván era sobre todo un cazador, pensó disparar una flecha al pájaro, porque nunca había visto unas plumas tan bonitas, que podrían adornar alguno de sus trajes o quizá un sombrero; entonces el pájaro le dijo que no le matara; que cogiera una de sus plumas y él acudiría en su ayuda cuando lo necesitara y agitara la pluma.

 

Iván hizo  lo que le decía el pájaro y siguió su camino de vuelta a su palacio.  Entonces vio una fortaleza guardada por caballeros de piedra, y un grupo de chicas, cada una de ellas estaba sentada en la hierba, cerca de un caballero y algunas estaban llorando.

 

Una de ellas le advirtió que se fuera porque el mago Kaswei, que era inmortal, lo convertiría en piedra si le veía allí, como había hecho con los caballeros de todas las jóvenes que estaban cada una  junto al suyo. La chica se llamaba Zarevna y era la princesa heredera del zar.

 

Por la noche, el príncipe volvió a la fortaleza y vio al mago acompañado de una guardia personal de demonios. El mago Kaswei le miró para convertirlo en piedra. Cuando ya sentía que se iba volviendo de piedra, tuvo fuerzas para sacar la pluma del pájaro de fuego y la agitó.

 

Apareció el pájaro y los demonios se hundieron en la tierra. El pájaro dijo a Iván que el alma del mago estaba bajo el árbol de las manzanas de oro y que le diría cómo deshacerse de él para siempre.

 

Por indicación del pájaro,  miró entre las raíces del árbol de las manzanas y vio que entre ellas había un huevo de plata; lo cogió, lo estrelló contra el suelo y el alma del mago Kaswei se hizo humo y fuego, desapareciendo para siempre.

 

Todos los caballeros de piedra volvieron a la vida y las jóvenes que estaban junto a ellos, se fueron con sus caballeros, después de dar las gracias a Iván.

        

El compositor Igor Stravinsky, en 1910, compuso la música para un ballet, con el tema del pájaro de fuego.

 

 
11.- Rama, la encarnación de Visnú.-


Brama, Siva y Visnú, los dioses que formaban la tríada de los Trimurti, estaban preocupados, porque Ravana, el demonio de diez cabezas y veinte brazos, seguía cometiendo fechorías, aprovechando que era invulnerable, y que ningún dios podía matarlo.


 Visnú pensó que quizá pudiera matarlo un hombre, y bajó a la tierra en forma de hombre. En la tierra se casó con una princesa y tuvo un hijo, Rama, que fue príncipe.


 En el reino vecino, vivía la princesa Sita, y Rama pidió su mano a su padre Janaka. Pero como había muchos pretendientes, Janaka prometió dar a su hija a quien consiguiera tensar el arco del dios Siva. Sólo Rama lo consiguió y Janaka le entregó a su hija Sita. Se celebraron las bodas.

Años más tarde, por intrigas de palacio, Rama se vio obligado a exiliarse con Sita y su hermano Laksmana. El demonio Ravana vio a Sita y quiso conquistarla. Envió una gacela; Sita, al verla, quiso tenerla y pidió a su marido que la cazara.

 Rama trazó un círculo mágico para que Sita estuviera dentro y no fuera atacada por los demonios. En cuanto se alejaron Rama y Laksmana, se acercó a Sita un sacerdote anciano que le pidió comida.

Ella fue a darle de comer y salió del círculo, y entonces el anciano se transformó en Ravana que cogió a Sita y se la llevó en su carro hasta su reino de Lanka.

Allí estuvo prisionera y guardada por demonios. Nadie podía oír sus lamentaciones. El agua y las hojas de los árboles repetían la tristeza de Sita, pero Rama no lo entendía. Un día, ayudaron a un hombre moribundo que les reveló el lugar de cautiverio de Sita.

 

Rama y Laksmana fueron a ver al rey de los simios, Sugriva, que acababa de ser destronado por un usurpador; ayudaron a Sugriva a recuperar su reino, y Sugriva les dio un ejército de simios mandados por Hanuman, hijo del viento.

Llegaron al reino de Lanka y pelearon con Ravana y sus demonios. Pero Ravana era muy difícil de vencer, porque cuando le cortaban una cabeza, le salía otra, hasta que Rama consiguió clavarle en el corazón la lanza mágica de los dioses y matarlo.

Así pudo liberar a Sita y volver a su reino, donde sus súbditos le esperaban angustiados. Los usurpadores habían sido vencidos por el ejército fiel de Rama y todos esperaban con ansiedad la vuelta de su príncipe.

 
12.- El boyero y la tejedora celeste.-

 Basándose en la teoría de que el alma no muere y, cuando se separa del cuerpo, va a vivir dentro de otro ser vivo, se puede entender esta historia, perteneciente a la cultura china, que trata de explicar la influencia de las estrellas en la vida humana, además de aconsejar que nunca se debe mentir, porque el castigo lo sufre el mismo que miente.

 Muchas culturas creen que el alma puede vivir en cualquier ser vivo, sea humano, animal o planta; incluso algunos creen que las rocas también tienen alma, por lo que nadie debería dar una patada a una piedra y tampoco romper una roca.

 Un hombre chino tenía sólo un buey, que era mágico. Todos los días charlaban mientras trabajaban o iban a buscar comida o agua. El hombre se fiaba mucho de su buey, porque siempre la aconsejaba bien y solía decirle que un hombre no debe estar solo y debe encontrar una esposa y tener hijos para formar su propia familia y contribuir así a la grandeza del país.  

Un día, el buey le dijo que fuera al río para encontrar esposa y no estar siempre tan solo. El campesino le hizo caso y se acercó al río, donde se bañaban las tejedoras celestes.

El boyero las estuvo observando detrás de un arbusto y, cuando vio una jovencita tímida y bonita, cogió sus ropas, para que no pudiera regresar al cielo con su padre Augusto de Jade, que tenía prohibido a sus hijas estar en los cielos sin la ropa adecuada a su nivel divino.

 La joven tejedora tuvo que quedarse en la tierra. Cuando vio al boyero, le contó su problema y él la acogió en su cabaña, sin decirle que había sido él quien le había quitado la ropa. Ella, agradecida por tener alguien con quien hablar y que le había dado cobijo en su casa, se casó con el boyero y tuvieron un hijo y una hija.

 Cuando la tejedora, arreglando su casa, logró encontrar el vestido, se lo puso e inmediatamente subió al cielo. El boyero, triste y solo, se lo contó al buey, que le dijo que cogiera a sus hijos y montaran los tres en una carreta que él guiaría y los subiría al cielo. Así lo hicieron.

El emperador del cielo, Augusto de Jade, después de oír la historia del boyero, y sobre todo viendo a sus nietos, decidió darle una oportunidad; le concedió la inmortalidad para que pudiera vivir cerca de su esposa y los niños estuvieran siempre con sus padres.

 Pero, como ambos habían utilizado engaños, los castigó a vivir separados por la vía láctea; sólo un día al año, el séptimo día del séptimo mes, pueden reunirse a través de un puente de ramas que forman las urracas.

Las lágrimas de ambos, cuando tienen que despedirse, para no verse hasta el año siguiente,  forman la lluvia.

13.- Metelo Aquila, héroe romano del s. III de nuestra era. 
   Sapor, rey de Persia, tenía sitiada la ciudad de Edesa, defendida por el legado Metelo Aquila. El emperador romano Licinio Valeriano decidió entrevistarse con Sapor, para conseguir firmar la paz y liberar a la ciudad de Edesa del sitio persa.

 Pero la entrevista resultó ser una emboscada y Sapor capturó al emperador romano, con su guardia de diez hombres, entre los que estaba Metelo, y los envió a trabajar a las minas de turquesa.
 Metelo se dio cuenta cuando ya era tarde. Su esposa Clelia murió, alcanzada por una flecha, cuando iba a avisarle, y el pequeño Tito, hijo de ambos se quedó solo en su casa de Edesa. En el complot para realizar la emboscada había participado Galieno, el hijo del emperador Valeriano.

 Durante la entrevista con Sapor, Metelo se fijó en un oriental de ojos negros y rasgados, con el rostro cubierto; ambos se miraron y parecieron entenderse.

 
        Tras tres meses de camino, encadenados y bien custodiados, los romanos llegaron a Aus Daiwa, lugar de las minas de turquesa.
 
         Sapor levantó entonces el sitio de Edesa y Galieno entró triunfante en la ciudad, diciendo que lamentaba la suerte de su padre y su guardia. Para no levantar sospechas, adoptó al pequeño Tito, hijo de Metelo, para que se educara en la casa imperial.


En la mina de Aus Daiwa, un viejo prisionero, Uxal, les explicó cómo debían comportarse para sobrevivir; unos meses después murió el emperador Valeriano.

 

Al intentar incinerarlo, tuvieron que enfrentarse a los guardias persas y los vencieron. Guiados por Uxal, salieron de la mina por un túnel, con armas, provisiones y agua. Al enterarse Sapor de que los prisioneros habían desaparecido, se encolerizó.

 

El oriental de los ojos rasgados iba siguiendo al grupo de fugitivos. Cuando llegaron al oasis de Khaboras, un mercader indio les dio asilo y los contrató como escolta, al darse cuenta de que eran romanos.

 

Pronto se les unió el oriental, que era hijo del emperador de China; el mercader les dijo que acompañarían al príncipe hasta que llegara a su reino y luego volverían a Roma.

 

En el camino, el príncipe chino fue explicando la situación en su país, donde había tres soberanos, que se creían únicos y estaban siempre en guerra entre sí.

 

A Metelo le parecía fascinante la cultura china; comió arroz, que los romanos no conocían. El mercader llamaba a China el imperio de los dragones. Ya en territorio chino, tuvieron que luchar contra ninjas. Cuando el príncipe los vio luchar, les pidió que le ayudaran a reconstruir su reino.

 

Al llegar a su reino, fueron apresados por el usurpador, que también retenía a la hermana del príncipe, Yun Shan. La princesa logró escapar, mientras el usurpador preparaba unos juegos, donde lucharían los romanos contra los ninjas.

 

El espectáculo acabó con la muerte de todos los romanos, excepto Metelo. Yun Shan pasó recogiendo a los muertos en un carro y llevó a Metelo herido entre ellos a la ciudad de Li Cheng, donde los médicos chinos le curaron con acupuntura y donde estaba el príncipe.

 

Cuando se recuperó, Metelo empezó a aprender a luchar y a meditar, según la cultura china, teniendo como maestra a Yun Shan.

Un día, Yun Shan le llevó a ver la tumba de los Trescientos, la legión perdida de Craso. Al ver las inscripciones en latín, Metelo empezó a leerlas y vio la profecía que decía que los Trescientos saldrían de sus tumbas para ayudar al imperio chino, si estuviera en peligro.

 

También leyó los planos de las máquinas de guerra romanas usadas por el general Agrícola y decidió empezar a construirlas, ayudado por los descendientes de los Trescientos.

 

Los Trescientos vencieron a los soldados del usurpador, que huyeron aterrorizados, pensando que la legión perdida había resucitado.

 

Cuando Metelo pensó ya en volver a Roma, le llegaron noticias de que el imperio romano ya no existía, deshecho en luchas internas entre militares. Yun Shan decidió irse con él, animada por su hermano, que había visto que se amaban, desde que se conocieron.

 

Cuando llegaron a Edesa, era emperador Aureliano, amigo de Metelo, que se había hecho cargo de Tito, el hijo de Metelo y lo había tratado como a un hijo.

  

 

14.- Kintu, el primer rey de Uganda.-

 

Kintu era un joven muy pobre y se había quedado sin familia en las guerras entre tribus. Decidió emigrar de su tierra, para tratar de olvidar la tragedia. Llegó a Uganda sólo con una vaca, de cuya leche hacía queso para poder ganarse la vida de alguna manera.

 

Nambi, la hija de Gulu, dios del cielo, le observaba desde su palacio y le pareció que era un joven trabajador y honrado. A veces bajaba a la tierra y charlaba con él, sin decirle quién era. Ambos jóvenes se enamoraron y entonces ella tuvo que decirle quién era.

 

Kintu empezó a pensar que otra vez iba a haber tristeza en su vida, pero ella le dijo que hablaría con su padre y que seguramente le convencería, aunque sabía que le impondría algunas pruebas para confirmar que Kintu era digno de su hija.

 

Así lo hizo y pidió a su padre y a sus hermanos que hablaran por ella, porque quería casarse con Kintu. Su padre Gulu y sus hermanos decidieron poner a prueba al joven antes de dar el sí a la joven.

 

Como primera prueba, le quitaron la vaca para ver de qué era capaz. Kintu se alimentó de raíces y hojas, que seleccionaba para vender las mejores, e incluso aprendió a hacer algunas medicinas, machacando las raíces y comprobando sus propiedades.

 

No satisfechos aún, quisieron ponerle otra prueba. Le llevaron al cielo y le hicieron entrar en una sala de banquetes; allí le dijeron que tenía que comerse la comida de cien personas.

 

Kintu tiró la comida por un agujero bajo el suelo y cerca de un río de aguas heladas, con lo que pensaba mantener la comida en buen estado durante un tiempo, para alimentarse él y vender lo que sobrara.

 

Le pusieron entonces una tercera prueba, cortar rocas para alimentar el fuego, en lugar de leña. Subió a la montaña y recogió todos los fragmentos de roca que encontró, que tuvieran alguna raíz o musgo, para que el fuego no se consumiera.

 

Gulu y sus hijos parecían ya satisfechos con el joven, pero pensaron en ponerle una última prueba: le dieron un jarro que debía llenar de rocío. Y el joven Kintu lo hizo, aunque tardó bastante en conseguirlo.

 

Entonces el dios del cielo le dijo que le entregaría definitivamente a su hija si era capaz de encontrar a su vaca, que estaba mezclada con miles de vacas celestes. Una avispa le dijo que se posaría sobre su vaca, y así lo hizo, posándose después sobre una ternera y dos terneros.

 

Kintu dijo cuál era su vaca y sus terneros, que habían nacido en el cielo. Gulu reconoció que el joven era digno de su hija y permitió que se casaran.

 

Ella tenía que vivir en la tierra, porque él no podía ser inmortal como ellos. Pero les haría reyes de la región donde decidieran vivir.

Bajaron a la tierra de Uganda, donde se habían conocido, con una cabra, una gallina, grano, su vaca y sus terneros.

 

En poco tiempo consiguieron, trabajando los dos, aumentar sus posesiones. Fueron los primeros reyes de Uganda y sus descendientes hicieron de esta región una tierra próspera.

 

 

15.- El origen del hombre.- (leyenda bantú)

Dios, después de crear todos los seres, hizo dos agujeros en el suelo y de allí salieron un hombre y una mujer. Les dijo que cavaran el suelo y sembraran mijo, y luego se construyeran una cabaña para vivir.


 

Cansados de sembrar, se comieron el mijo crudo, porque no tenían ganas de cocerlo, y durmieron sobre un árbol, porque tampoco tenían ganas de construirse su cabaña.

 

Dios llamó entonces a un mono y una mona, y les dio las mismas instrucciones. Los monos sembraron, cocieron el mijo, se hicieron tortas con él y se construyeron una cabaña.

 

Dios, les quitó la cola, los hizo andar de pie y les dijo que ellos serían hombres. Los primeros hombres siguen viviendo en los árboles.



16.- La mantis religiosa, el avestruz y el fuego.- (leyenda bosquimana)

 

Una mantis encontró a un avestruz comiendo bayas, y observó que tenía el  fuego bajo un ala. Para conseguir que lo soltara le dijo que le cogiera unas bayas del árbol.

 

El avestruz se alzó y se le cayó el fuego. La mantis lo escondió en un árbol, para que los hombres de la sabana puedan encontrarlo de noche. (Fábula de la zorra y el cuervo)

 

17.- Tulugaukuk, el padre cuervo.- (leyenda esquimal)

 

Al principio sólo había tinieblas y un cuervo, que se aburría de estar solo. Empezó a saltar, y con cada salto se iban formando montañas, ríos...

 

Cuando se paró ante un precipicio, supo que podía volar. Y se dio cuenta de que él era el creador. Luego, tiró una piedra hacia arriba y creó el sol.

 

De un árbol con vainas gigantes sacó al primer hombre.

 

Como el hombre tenía hambre, creó un buey y un caribú, y le dio al hombre un arco y unas flechas, diciéndole que cazara lo necesario, pues si no, volvería a pasar hambre.

 

Cuando los hombres abusaron de la caza, el cuervo se enfadó y se fue para siempre.

 

 

18.- La piedra que rueda.- (leyenda sioux)

 

Coyote y Conejo se paseaban. Hacía calor y Coyote dejó su piel sobre una piedra. Pero la piedra era mágica y no devolvía los objetos que se ponían sobre ella.

 

Cuando hizo frío, Coyote cogió su piel, pero la piedra empezó a perseguirle, arrollando todo lo que se ponía en su camino. Coyote creía que no podría librarse de la piedra, hasta que un pájaro le dijo que le ayudaría.

 

Se puso junto a la piedra y empezó a cantar. La piedra se rompió en mil pedazos y nacieron las montañas rocosas.  

 
19.- La madre araña roba el sol.- (leyenda cherokee)
 
Al principio los indios vivían en tinieblas. Oyeron hablar de un pueblo al otro lado del mundo, donde había luz. Fueron a pedir un poco de luz.
 
Pero se lo negaron, así que decidieron robar un poco. Encargaron de ello a la zarigüeya, pero los rayos de sol le quemaron el pelo y tuvo que devolverlos.
 
Entonces lo intentó el halcón, pero le sucedió lo mismo. La madre araña dijo que ella lo intentaría. Empezó a fabricar un cuenco de arcilla y lo enganchó en su tela. Robó unos rayos de sol y volvió por su telaraña sin ser descubierta.
 
Desde entonces los cherokees se dedican a hacer vasijas cocidas al fuego.
 
 
20.- Hasjelti, el que trae el rocío.- (leyenda navaja)
 
Había tres hermanos navajos. Dos eran cazadores, el tercero era algo retrasado. Se pasaba el tiempo hablando con las plantas y los animales.
 
Un día, los dos hermanos tardaban en llegar, y el pequeño se puso en camino para encontrarlos. Cuando se hizo de noche oyó a unas cornejas que decían que los dos cazadores estaban en el fondo de un barranco.
 
Al amanecer oyó el canto del dios Hasjelti, y siguiendo la charla de las cornejas encontró a sus hermanos. Los ayudó a salir del barranco y ellos ya no le consideraron tan tonto.
 
Vieron cuatro carneros y le mandaron que cazara uno. Pero el chico tuvo miedo. Los persiguió y vio cómo se convertían en los dioses Hasjelti, del rocío, Hostjoghon, del crepúsculo, Naaskiddi, de la semilla y Hastsezini, del fuego.
 
Pronto se dio cuenta de que él mismo se convertía en carnero. Le enseñaron danzas sagradas y lo dejaron volver a casa para que enseñara a todos los rituales sagrados.



21.- La serpiente emplumada.- (leyenda azteca)

Quetzalcoatl era el rey de los dioses. Tenía forma de serpiente y todos le querían por su bondad, menos su hermano Tezcatlipoca, dios de la noche y el rayo, que podía leer el pensamiento de los demás.


 Un día, Tezcatlipoca convirtió a su hermano en hombre. Quetzalcoatl pidió ayuda a su hermano gemelo Xolotl para volver a su aspecto anterior.
Zolotl le dio un traje de plumas verdes y una máscara de turquesa. Desde entonces se le conoció como la serpiente emplumada. Pero Tezcatlipoca quería matarle, y lo emborrachó con pulque, alcohol de pita.



 
Mientras estaba borracho, Tezcatlipoca se dedicó a cometer las peores fechorías y, al despertar su hermano, le dijo que lo había hecho él.

Quetzalcoatl quiso suicidarse y ordenó que le construyeran un ataúd de piedra, y se encerró en él con todos sus tesoros y se fue al mar; se puso su traje de plumas y su máscara y se echó sobre una pira funeraria.




De sus cenizas nacieron los pájaros quetzales. Su espíritu bajó al reino de los muertos, donde estaba Mictlantecutli, padre de los dioses. Con él bajó su hermano Xolotl.


Los dos hermanos cogieron dos huesos de muertos, los regaron con su sangre e hicieron nacer un chico y una chica, los primeros seres humanos.

 
Quetzalcoatl les enseñó a sembrar, cultivar y recolectar maíz, a fabricar vasijas y tejidos, mosaicos y jade; a estudiar las estrellas y a calcular los días del año. Luego se fue al mar y prometió volver por mar.



 

22.- El origen del maíz.- (leyenda azteca)
Quetzalcoatl había creado nuevos hombres, pero debía darles de comer. Un día encontró una hormiga roja con un grano de maíz que había cogido de Tonacatepetl, la montaña del Alimento.

El dios se convirtió en hormiga negra y siguió a la roja por muchas galerías hasta llegar a una caverna llena de granos de maíz.




Pensó llevar la montaña a los hombres; para ello le ayudaron los cuatro dioses Tlaloc, azul, blanco, amarillo y rojo, y Nanahuatzin, dioses de la lluvia y del fuego.

 
Entonaron cantos mágicos y la montaña se abrió en dos, dejando salir granos y semillas de maíz y de otras plantas. Se lo entregaron a los hombres y les enseñaron a cultivar. Ya no pasaron más hambre.



 23.- Los gemelos y el juego de pelota.- (leyenda maya)

Una mujer que había huido del reino de los muertos, Xquic, tenía dos hijos gemelos, Hunahku y Xhalanque, aficionados al juego de pelota, el tlachtli.




 El padre de los gemelos, Hun, tenía también un hermano gemelo, Vucub, y eran campeones del juego de pelota. Los señores de la Muerte los desafiaron a un partido.

Guiados por cuatro búhos se dirigieron a Xibalba, el reino de los muertos, y los llevaron a una sala llena de maniquíes; pero los dos hermanos no se dieron cuenta y los tomaron por los señores de la Muerte, que estaban riéndose de ellos, por haberlos confundido con estatuas.



 
Después los hicieron sentarse en bancos recalentados, de modo que tuvieron que levantarse enseguida. Volvieron a reírse de ellos. Les dieron una habitación para dormir y una antorcha a cada uno, diciéndoles que no dejaran apagar la antorcha porque morirían (historia de Meleagro). Las antorchas se quemaron y por la mañana los ofrecieron en sacrificio.


A pesar de las advertencias de su madre, los gemelos Hunahku y Xhalanque siguieron jugando a la pelota. Y llegaron cuatro búhos para llevarlos al reino de la Muerte.








 Pero, como conocían la historia de su padre, llevaron unos mosquitos que picaron a los señores de la Muerte y así los distinguieron de los maniquíes. Cuando les dijeron que se sentaran en el banco ardiente, se sentaron en el suelo.
 
Cuando les dieron las antorchas, las sustituyeron por una pluma roja, y así consiguieron jugar con ellos y ganarles ante todo el pueblo Subterráneo.

 
De todos modos los señores de la Muerte los mataron, pero ellos llevaban la magia para volver a la vida y a los cinco días volvieron a vivir.

Se disfrazaron de mendigos, diciendo que sabían hacer magia: mataron un perro y lo resucitaron poco después.

Los señores de la Muerte quisieron probar el truco y se quemaron en una pira. Entonces los hermanos se quitaron el disfraz de mendigos y dijeron a todos que venían a vengar a su padre.
 No dejaron que los señores de la Muerte volvieran a vivir.





24.- El día más largo de Manco.- (leyenda inca)

 Viracocha, el dios creador tenía cuatro hijos y cuatro hijas que envió por el mundo para fundar un imperio. Cachi, el mayor, era malo y sus hermanos lo encerraron en una cueva.

 El segundo, Ucho, se convirtió en un dios de piedra y se quedó en un pueblo.  Sauco, el tercero, se quedó entre los campesinos y veló por las siembras y las cosechas.

Manco, el cuarto, y sus hermanas, se quedaron juntos en un lugar vacío. Decidieron fundar allí una ciudad. Como el viento les molestaba lo encerraron en un corral, hasta que vino Sauco para preguntar dónde estaba el viento, y decir que debían liberarlo al día siguiente.

 Manco subió a una montaña y capturó al sol de modo que el día duró muchos meses, hasta que Manco terminó de construir su ciudad y la rodeó de montañas para que el viento no la destruyera. Luego liberó al sol.

La ciudad fue Cuzco, capital de los incas.

 

25.- Los hombres de piedra.- (leyenda de los Andes)

El dios creador Kon-tiki-Viracocha creó un pueblo de gigantes, que, orgullosos de su fuerza, desafiaron al propio dios y quisieron expulsarlo.

El dios los convirtió en estatuas de piedra y él se fue al lago Titicaca. Mucho tiempo después, salió del lago para hacer que la vida floreciera de nuevo.

Creó el sol y la luna, animales y plantas y luego creó estatuas de piedra con forma de hombres, mujeres y niños y las distribuyó por todo el mundo.

 Cuando todas estaban repartidas, les dio vida. Luego les enseñó a cazar, sembrar y orar al dios. Y volvió a desaparecer bajo las aguas.

 Todos los hombres esperan que vuelva algún día de las aguas.

 26.- La flecha de la serpiente.- (leyenda amazónica)

Dos monos gigantes vivían en la selva aterrorizando a los poblados y robando comida. En un pueblo del Amazonas vivían tres hermanos de la tribu de los karayas.

El pequeño era enfermizo y no cazaba. Los dos mayores eran cazadores y decidieron ir a cazar a los dos monos. Cuando se pararon a beber agua en una charca, salió de ella una mujer sapo que les dijo que les diría cómo cazar a los monos si uno de ellos se casaba con ella.

Ellos rechazaron la oferta y siguieron su camino. Los monos les salieron al paso y les dieron una paliza con garrotes. Mientras, el hermano pequeño se ejercitaba en el tiro con arco; erró el tiro y una serpiente le dijo que la flecha había ido a su guarida.

Se la devolvió y dio al chico un bálsamo para que se pusiera bien. Entonces decidió ir a buscar a sus hermanos. La serpiente le dijo que los monos eran dos demonios invencibles y que podría vencerlos con una flecha mágica que ella le dio.

También le avisó de que aceptara casarse con la mujer sapo. Así lo hizo el chico y la mujer sapo le dijo dónde vivían los monos y cómo matarlos.

Cuando los mató volvió a su poblado. Allí la mujer sapo se convirtió en una chica joven.


27.- Bamapama el loco.- (leyenda australiana)

Bamapama era considerado loco, ladrón y perezoso. Vivía bajo tierra, donde siempre había sol. No hacía nada más que molestar a sus compañeros, hasta que un día lo echaron de allí y tuvo que subir a la tierra.

Allí conoció lo que era la noche y se quedó aterrado, pero enseguida se durmió. Al ver que así sucedía todos los días, volvió a su casa, pero nadie le creyó.

Por fin sus compañeros decidieron ir a ver la noche y el día y les gustó tanto que se quedaron en la tierra para siempre.



 

28.- LEYENDAS Y MITOS DE FINLANDIA

 El conjunto de la mitología finesa se encuentra reunido en un solo libro, el Kalevala, recopilación tardía de los relatos orales, editada por primera vez en febrero de 1835, por Elías Lönrot.  
Es, por tanto, una visión partidista de la tradición, de espíritu nacionalista, sobre un país sometido a Suecia durante siglos, y bajo el dominio ruso en el s. XIX.
 
El mito de la tierra de Kaleva está escrito en forma de canto épico con cincuenta poemas en heptámetros, de gran densidad mágica, que termina con la inmaculada concepción de la virgen Mariatta

a) La virgen del aire.-

 La virgen hija del aire Luonnotar, quedó embarazada al lanzarse al mar. Pidió a Ukko, dios supremo, que la ayudase a parir. Un águila se posó en sus piernas y puso su nido con seis huevos de oro y uno de hierro.  
Los huevos cayeron al mar y de ellos salieron la Tierra, el cielo, la luna, el sol. Siguió en el mar Luonnotar durante diez años y dio vida a la Tierra, dando forma a los continentes y las islas.
 Treinta años después parió, por fin, a Vanämöinen, ya viejo, que cayó al mar y allí estuvo ocho años hasta que descubrió la Tierra.
 El dios Sampsa vino para enseñarle a cultivar el suelo. Pero cuatro vírgenes salidas del mar quemaron toda la vegetación hasta reducirla a ceniza.; de ella nació una encina que se apoderó de toda la tierra y el aire.
 Apareció un ser diminuto que creció tanto como la encina, cortó una hoja de hierba y con ella hizo un hacha con la que cortó la encina de tres golpes. Vanämöinen aprendió lo que era la magia, se hizo un hacha y cortó todos los árboles menos el abedul para que se posaran en él las aves.


b) Joukahainen y Aino.-
 
Vanämöinen era cantor y su fama llegó hasta el norte a Pohjola. Un joven lapón, Joukahainen fue al sur a desafiarle; no pudo ganarle con la palabra y quiso hacerlo con la espada, pero fue dominado por la magia de Vanämöinen.
 Joukahainen, vencido y esclavo de la magia de su rival, quiso comprar su libertad ofreciendo a su propia hermana Aino. Fue a buscarla y ella, temiendo la maldición del viejo, se resignó a su destino.
 
En el camino Aino se ahogó en el mar. Vanämöinen lloró la muerte de Aino y, para distraerse, se fue a pescar; al ir a pescar un salmón, éste le dijo que era Aino y que la dejara escapar, contándole su historia.
 Luonnotar, al ver triste a su hijo le aconsejó que fuera a buscar como esposa a una virgen de Pohjola. En el camino le esperaba para matarle Joukahainen, que le disparó, pero dio al caballo, cayendo el viejo al mar.
 Joukahainen, angustiado por las maldiciones que le vendrían por sus actos, se ahorcó.

 
        c) Luohi y su hija.-Vanämöinen, cansado y herido vagaba por las tierras Pohjola hasta que encontró a Luohi que le ofreció ayuda a cambio de un sampo y un molino mágico, ofreciéndole además a su hija virgen.
Él le prometió mandarle al herrero Ilmarinen, que había forjado la bóveda celestial, para que le construyera el sampo. Luohi le dio un caballo mágico para que volviera al sur, con la condición de que no levantara la vista.


Pero él vio a una joven que tejía en oro y plata y la miró; ella le pidió que partiese una crin de su caballo rojo con una espada sin filo, que hiciera un nudo invisible con un huevo y otras muchas pruebas, hasta que el viejo se dio cuenta de que los tres genios del mal iban en su trineo y tuvo que abandonar a la doncella y buscar a alguien que le ayudara a curar una herida que se había hecho con su propia hacha.

Él había perdido sus poderes mágicos. Cuando llegó a Kalevala, convenció al herrero Ilmarinen de que fuera a Pohjola a hacer el sampo.


Luohi le ofreció a él también a su hija virgen si cumplía con el trabajo; Ilmarinen hizo un molino que era de tres utilidades: de harina, de sal y de moneda. La doncella se negó a ir con él y Luohi le dio una barca mágica para el regreso.
 


d) Lemminkäinen el amante.-
 
Ahti Lemminkäinen  era pescador y un día pescó una perca que le dijo que si la dejaba vivir le diría la palabra encantada para que todas las mujeres le amaran.

 Pero le engañó porque era necesario comerse el pez para conocer la palabra. Ahti se la comió sin dar oído a sus protestas y empezó a notar que todas las chicas le amaban.


Se casó con Kylliki, pero se encaprichó de la doncella de Pohjola, fue a buscarla y murió en el intento. Su madre pidió a Ilmarinen un rastrillo de cien brazas para sacar a su hijo del río y con su amor le devolvió la vida, pero su esposa Kylliki se había ido y él tuvo que marchar a la Isla de las Mujeres hasta que volvió al lado de su madre definitivamente.
 e)  La boda de la doncella con Ilmarinen.-


Ilmarinen y Väinämöinen van a buscar de nuevo a la doncella de Pohjola, ella elige a Ilmarinen, se casan, pero ella, tras muchas traiciones, muere.

Se casa con la segunda hija de Luohi, pero resulta tal mala como su hermana; desilusionado Ilmarinen vuelve a su tierra con Vanämöinen y Lemminkäinen, tras haberse llevado el sampo mágico.
 
Navegando chocaron con un lucio que pescaron y comieron y con su mandíbula hicieron un kantele que sólo Väinämöinen fue capaz de pulsar y que tenía el poder de encantar a quien lo escuchaba.
 

f) La batalla entre Kalevala y Pohjola.-
 

Al darse cuenta Luohi de que le habían quitado el sampo, desató la furia de los vientos y las nieblas contra los tres héroes, pero fue vencida, aunque consiguió coger el sampo y lanzarlo al mar, donde se hizo mil pedazos.
 
Cada trozo de sampo daba fecundidad a la tierra que le albergaba. Aún le quedaba a Väinämöinen hacerse otro kantele, pues Luohi le había quitado el primero. Lo hizo de madera de abedul, con cuerdas de cabellos de una virgen.
Luohi atrapó a la Luna, al Sol y al fuego y la tierra se quedó en tinieblas. Los habitantes de Kalevala preguntaron a la Suerte y ella les respondió que estaban en Pohjola.
 
 
g)  Triunfo del bien.-
 
Ayudados los tres héroes por Tiera y por los enanos fueron a Pohjola y vencieron a Luohi que tuvo que devolver a la Luna, al Sol y el fuego.
 
Así volvió la luz y el calor a la tierra de Kalevala. Väinämöinen cede su magia y su poder a un niño nacido de la virgen  Marjatta para que sea rey de Karelia, y él deja como herencia su música al pueblo finés. 
   
 














































































































































 




























































































































 






 










































 

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